¿Qué va a pasar con los comercios que tiren comida a la basura? Veamos en qué circunstancias pueden ser multados con hasta 60.000 euros. ¿Es esta la mejor manera de combatir el despilfarro?
¿Cómo evitar que la comida acabe en la basura?
El Consejo de Ministros aprobó el martes siete de junio la última normativa para frenar el desperdicio de alimentos. En resumidas cuentas, consiste en multar a los restaurantes y comercios que tiran comida a la basura. Para evitarlo, establece una serie de pasos que deben seguir.
Lo primero de todo es distinguir la basura como tal. No toda se puede aprovechar de la misma manera. Por ello, los locales deberán contar con convenios, de aprobarse la ley, con organizaciones sociales. Estas serán receptoras de la comida que no llega a cocinarse pero se conserva en buen estado. Además, en estos convenios deberán figurar las condiciones de recogida, almacenamiento y transporte. Así pues, la trazabilidad es fundamental.
¿Qué hacer cuando los alimentos ya no se pueden comer?
No obstante, el proyecto de ley contempla qué hacer cuando estos alimentos se deterioran. Si no son aptos para consumo humano serán transformados en otros productos. Es el caso de las mermeladas y zumos. También se contempla usarlo como alimento para ganado. Por último, queda la opción de emplear la basura para preparar subproductos industriales. También se contempla el reciclaje para fabricar fertilizantes.
Este proyecto de ley también presenta interesantes medidas impensables hace varios años. Por ejemplo, los establecimientos que sirvan comida deberán informar cuánto despilfarran al año. También deberán informar a los clientes que pueden llevarse sus sobras. Además deben facilitarles el hacerlo gratuitamente.
¿Qué pasa si los negocios incumplen las normas?
Las sanciones van desde los 2.001 a los 60.000 euros de multa. Un establecimiento puede ser castigado por impedir mediante estipulación contractual la donación de alimentos. También, otro motivo de multa, es no donar los excedentes a las entidades sociales. Además, si una empresa reincide su sanción puede llegar a medio millón de euros.
¿Qué persigue esta ley?
La propuesta de ley no elimina de raíz el problema. Esto se debe a que la mayor parte del problema se da en los hogares. Es decir, en 2020 la media de kilos de alimento desperdiciado fue de 31 kilos por persona. ¡Los hogares españoles tiraron 1.364 millones de kilos/litros a la basura! Un tercio aproximademente de estos alimentos era fruta.
Así pues, el despilfarro es una consecuencia de: «una mala y calendario de cosecha, empleo de prácticas de producción y manipulación inadecuadas, deficiencia en las condiciones de almacenamiento, malas técnicas de venta al por menor y prácticas de los proveedores de servicios, y comportamiento inapropiado de los consumidores”, asegura el ministerio de Agricultura.
Aí pues, lo que pretende el proyecto de ley es incentivar a los consumidores a comprar de manera responsable a la vez que los comercios reducen su despilfarro. Una mayor planificación de la demanda implicará cambios en la oferta. Así pues, la norma persigue un cambio de comportamiento.
No es oro todo lo que reluce
Sin embargo, la iniciativa ya ha recibido críticas. Algunas voces la acusan de ser inviable. Puede resultar muy complicado de medir cuánto despilfarran los comercios. Así pues, se necesitara un aparato burocrático muy grande para vigilar sus comportamientos. No obstante, aún no la ha aprobado el pode legislativo. Estaremos pendientes de las posibles enmiendas a este proyecto. ¿Qué te parece? ¿Es este un adelanto para prevenir el desperdicio de alimentos?
