El aguacate ha dejado de ser una fruta exótica para convertirse en un producto estratégico en la agricultura española. Lo confirma Víctor Luque, director general de Trops, principal comercializadora de aguacate en España y Europa, quien anuncia una expansión sin precedentes: entre 30 y 40 millones de euros en inversión para duplicar la capacidad operativa de la compañía en los próximos años.
El auge responde a una tendencia imparable. Solo en dos décadas, el consumo de aguacate en España ha crecido un 1.392 %, según datos de Mercamadrid. Lo que en 2000 era un alimento minoritario hoy es una fruta imprescindible en el lineal, en los hogares y en la restauración.
La Comunidad Valenciana, nuevo motor del aguacate
La Comunidad Valenciana se está convirtiendo en una nueva zona clave para el cultivo. Muchos agricultores están sustituyendo cítricos como naranjas y limones —muy presionados por la competencia de Egipto, Sudáfrica o Argentina— por aguacates más rentables y resistentes al cambio de modelo productivo.
Gracias a nuevas prácticas agronómicas más sostenibles y eficientes en el uso del agua, el cultivo se extiende también por Cádiz, Huelva, Castellón y Portugal, donde Trops ya cuenta con centros operativos. “Allá donde haya aguacate, estará Trops”, afirma Luque.
El futuro pasa por nuevas raíces: reconversión en la Axarquía
La Axarquía malagueña, considerada la cuna del aguacate europeo, atraviesa un punto de inflexión. Las lluvias han devuelto algo de normalidad a la producción, pero Luque advierte: “La comarca necesita una renovación casi integral de sus plantaciones”. Las raíces tradicionales de origen mexicano no toleran bien la mezcla de aguas regeneradas, desaladas y de pantano que marcará el futuro hídrico de la región.
La solución: variedades antillanas o israelitas, más adaptadas a la salinidad. Trops impulsa un plan de reconversión que incluye ayudas europeas del 50 % y acuerdos con bancos como Cajamar o CaixaBank, ofreciendo hasta cuatro años de carencia financiera para renovar explotaciones.
Más producción, más eficiencia… pero más presión
La expansión del aguacate en España representa una oportunidad de oro para miles de agricultores, que ven en este cultivo un horizonte de rentabilidad y seguridad. Pero también plantea retos medioambientales claros, en especial por su elevado consumo hídrico: hasta 1.000 litros de agua por kilo producido.
Mientras los invernaderos europeos permiten fruta todo el año a costa de mayor huella ecológica, la apuesta de Trops busca equilibrar sostenibilidad, innovación y productividad. Ya lo están demostrando casos reales: agricultores que han renovado sus tierras han pasado de producir 3.000 a 16.000 kg/ha en apenas tres años.