Los vinos de Villena siguen ganando adeptos, dentro y fuera de España. El Berliner Wine Trophy es la mayor y más importante degustación internacional en Alemania. Bajo el patrocinio de la OIV (Organización Internacional del Vino) y la UIOE (Unión Internacional de Catadores). Se convoca cada año a reputados productores y distribuidores de todo el mundo. Más de 150 jueces de alto nivel otorgan las codiciadas medallas.
Vinalopó Crianza, de la bodega Las Virtudes de Villena, se ha llevado una de oro. Esta familia elabora un vino tinto elaborado a partir de una selección de las cepas más viejas. El vino es de las variedades monastrell y cabernet.
La vendimia se realiza a mano y se elabora con una larga maceración. Siempre con el objetivo de extraer todo el potencial polifenólico. Tras una crianza de un año en barricas nuevas de roble americano, se embotella. Permanece no menos de seis meses en las cavas antes de salir al mercado.
De intenso y brillante color rubí, presenta un complejo aroma de fruta madura con notas especiadas. En boca es amplio, sabroso y lleno de matices con final largo y persistente.
Este premio es un reconocimiento a la calidad del trabajo realizado en viticultura y enología de Las Virtudes. Bodega moderna y con técnicas avanzadas, inseparables de una tradición agrícola milenaria de la que los socios son herederos.
Según Alfonso Arenas, Director de Las Virtudes, este premio “ha significado directamente un repunte de ventas. Debido al re-posicionamiento que supone para el vino, sobre todo de cara al distribuidor exterior. Es el vino que todo el mundo quiere”.
También han sido premiados dos vinos con dos Bacchus, además del Vinalopó
Pero las buenas noticias no se quedan en Alemania. Las Virtudes de Villena ha visto reconocidos otros dos de sus vinos. Ambos con premios Bacchus de Plata.
Son los únicos premios españoles avalados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino. También por la Federación Mundial de Grandes Concursos de Vinos y Espirituosos.
En el certamen, alrededor de un centenar de selectos catadores evalúan la calidad de 1.735 vinos de 21 países elaboradores.
Han sido premiados un blanco y un tinto. Por un lado, el blanco Vinalopó Esencia del Mediterráneo. Es un coupage en forma de armonía natural que combina matices florales de la Moscatel con el exotismo de la variedad Sauvignon Blanc.
Por otra parte el Vinalopó Roble 2016, elaborado a partir de uvas de las variedades Monastrell y Syrah. Recibe un ligero paso por roble nuevo. Es un vino en el que destaca la fruta sobre un fondo tostado.
“Para nuestra bodega ha sido muy importante la consecución de estas medallas. Estamos muy orgullosos, porque pese a que fuimos fundados en 1961, es la primera vez que llevamos a concurso nuestros vinos. Suponen un reconocimiento al trabajo de todo un equipo. Siempre bajo la dirección técnica que Juan Huerta comenzó hace 25 años. Combina las técnicas de viticultura y enología más avanzadas con el saber hacer en siglos de tradición de nuestros socios agricultores. Nosotros sabemos que lo que hacemos es bueno, pero da mucho gusto cuando te lo reconocen”.