¿Cuántas veces has tenido que tirar plátanos a la basura por haber alcanzado un cierto punto de madurez en el que ya tus hijos se niegan a comérselos? La vida no está como para desperdiciar comida, así que hoy te traigo una receta para darle una segunda oportunidad a los plátanos maduros que quedan en el frutero.
Estamos ya a mediados de junio, y es que cuando el calor aprieta, los plátanos maduran más rápido. Es posible que, si no nos los comemos rápido, nos encontremos con unos cuantos plátanos maduros en el frutero y necesitemos ideas para aprovecharlos para que no terminen en la basura. Por eso, os dejo a continuación una receta riquísima para darle una segunda vida a esos plátanos que se quedan un poco pasados:
Helado de plátanos y frambuesas
Llega el calor y el cuerpo pide helados. Hacer tu propio helado en casa tiene ventajas, y es que además de poder mezclar sabores y texturas según tus gustos y salir de los típicos helados industriales, vas a poder aprovechar los plátanos maduros de tu frutero en vez de tener que tirarlos. Hoy te propongo una manera sencilla de hacer tu propio helado de frambuesas y plátano casero. A continuación podrás ver que la preparación de esta receta tan solo requiere de ingredientes básicos y de una licuadora:
- 250 gramos de frambuesas
- 2 plátanos bien maduros
- 80 gramos de crema agria
- 150 ml de leche entera
- 50 gramos de azúcar
- Extracto de vainilla
El tiempo de elaboración son 15 minutos y el de reposo cuatro largas horas.
La receta de este helado de frambuesas y plátano casera es realmente sencilla y lo único que requiere es de tiempo de reposo una vez hecha la mezcla, ya que es necesario dejarlo enfriar varias horas (4 largas horas que se os harán interminables). Lo primero. será partir unas frambuesas, bien lavadas, y unos plátanos, pelados y troceados, que habrán sido previamente congelados.
Colocaremos las frambuesas y los plátanos en una licuadora junto con la leche y la crema agria. Licuamos bien hasta que obtengamos una consistencia cremosa. Agregamos el extracto de vainilla y volvemos a licuar unos 30 segundos.
Vertemos la mezcla en un tupper con tapa y directo al congelador. Congelamos unas cuatro horas mínimo. Al cabo de la primer hora, sacamos el tupper del congelador y con una cuchara revolvemos el helado que ya habrá empezado a congelarse. Volvemos a repetir esto al cabo de la segunda hora y dejamos sin revolver las últimas dos horas. De esta manera conseguiremos una textura irresistible y un sabor delicioso.
¿Qué esperas a probarlo? Si te ha gustado esta receta, prueba también con estas otras cinco, ¡se te hará la boca agua!
