La DOCa Rioja ha regulado hoy la identificación de los vinos de procedencia de viñedos singulares. Esto como respuesta al mercado que está cada vez más interesado en conocer la procedencia de sus vinos. En especial cuando se refieren a parajes concretos.
Así lo explica el Consejo Regulador
“La nueva mención busca diferenciar de su entorno un viñedo concreto de un paraje. Plantea unas exigencias acordes con la política de calidad y de autenticidad. Que se ofrecen a los consumidores por parte del Consejo Regulador. Así, por ejemplo, será preciso justificar técnicamente la delimitación natural del ‘viñedo singular’»
«Responderá a una titularidad prolongada en el tiempo, cuya edad debe superar los 35 años. Sus rendimientos serán más de un 20% inferiores a los autorizados para el conjunto de la D.O. Será un viñedo equilibrado y de vigor limitado, para el que se exigirá vendimia manual y trazabilidad de la producción»
«Con un control previo, así como doble evaluación cualitativa. La calificación inicial y otra valoración previa a la salida al mercado. Que en el último caso deberá ser ‘excelente’. Así pues, las categorías actuales de Joven, Crianza, Reserva y Gran Reserva tendrán esta información adicional en la etiqueta”
Da respuesta al mercado que demanda que Rioja promocione los viñedos singulares
En el mismo pleno el consejo regulador de La Rioja ha decidido adaptar su normativa para que pueda acoger la producción de vinos espumosos blancos y rosados de calidad. Se obtienen mediante el método tradicional y que se reflejará en el etiquetado.
Se permitirá trabajar con todas las variedades delimitando la graduación entre 11 y 13º . Por todo ello se realizará una doble evaluación cualitativa con una valoración físico–química y organoléptica previa a la salida del mercado.
De esta forma se exigirá un periodo mínimo de 15 meses para la segunda fermentación llegando a 36 meses para las gamas más altas.