El Gobierno de Cataluña tiene muy claro el grave problema que representa el plástico para el medio ambiente. Por ello se a lanzado a la caza de la basura de plástico. Así pues, la finalidad ya no es reciclar sino reducir. ¿Qué cambios contempla la nueva Ley de Prevención y Gestión de Residuos? ¡Vamos a comprobarlo!
¿En qué consiste el borrador de la nueva ley?
Lo primero que debemos destacar es el enfoque de la ley que se está preparando. Entraría en vigor el 1 de enero de 2024 tras su aprobación y de las «tres erres»: reduce, recicla, reutiliza; prioriza la de reducir. ¿Por qué? Pues porque no siempre es tan fácil como parece reciclar. Si reduces estás eliminando de raíz una fuente de residuos contaminantes y de emisiones.
Por ello es que la nueva ley contempla medidas muy interesantes. Una consiste en prohibir que los alimentos vengan en envases de un solo uso. Por ejemplo, unos pocos gajos de fruta en un envoltorio de plástico. Estos acaban en la basura y normalmente no son reciclados como se debe. También se eliminan las bolsas de plástico de un solo uso si no son compostables.
Por si fuera poco, acaba con el uso de plástico en los alimentos de los comedores escolares. Además, llama mucho la atención que a partir del 1 de enero de 2004 no podrán venderse ni distribuirse paquetes de latas y botellas de bebidas sujetas mediante anillas de plástico. Estas son un gran problema en áreas costeras ya que acaban muchas veces en el mar. Representan una gran amenaza para los animales marinos que pueden ingerirlas.
¿Qué otras medidas contempla para reducir la basura?
Por otro lado, quedan prohibidos los envases de una sola dosis, a excepción del aceite de oliva. Se trata de otra forma de acabar con el sobreenvasado. En cuanto a las bolsas de plástico de asa debemos enfatizar en que en teoría debes pagar por ellas. Sin embargo, son muchos los establecimientos en los que las ofrecen gratis.
Sin embargo, la nueva ley las prohibe terminantemente incluso en la entrega a domicilio. Además, el cliente deberá pagar por la alternativa de bolsa compostable certificada. Otra medida en la misma línea es el veto a los cubiertos y utensilios desechables de plástico. Resultan de difícil gestión en las hostelería y rara vez se reciclan. Con esta normativa se elimina el problema de raíz.
¿Qué pasa en las tiendas?
También quedan prohibida la distribución de bebidas en envases desechables en edificios e instalaciones de las administraciones. Otro punto clave en esta línea es la directriz para los comercios de alimentación de más de 400 metros cuadrados. Estos destinarán al menos una quinta parte de su área de venta a la oferta de productos sin embalaje primario, incluida la venta a granel o envases reutilizabas.
El problema del reciclaje
En cuanto al reciclaje, debemos destacar que a partir el 1 de enero de 2025 los sectores empresariales correspondientes deben garantizar que un 25% de los envases de bebidas comercializados en el sector doméstico sean reutilizables (agua, refrescos, cerveza, zumos). Esta cifra debe ascender al 35% para el años 2030.
Para ir cerrando, hacemos referencia a un asunto más complejo de lo que parece: las cápsulas de café. Son casi imposibles de reciclar. Incluso hay marcas que mienten al afirmar que las suyas son compostables. En el caso de la nueva ley se penaliza el consumo en este formato para incentivar otros más sostenibles. Concretamente, la normativa prevé un impuesto a las cápsulas de café, té u otras infusiones; salvo las reutilizabas o compostables.
También contempla gravar con este a los vasos y tazas de bebidas desechables con la excepción de las reutilizadas. Además habrá otro impuesto para envases bebidas desechables de aguas, zumos, refrescos y cervezas, de cualquier formato, material y volumen. ¿Consideras que este borrador es suficiente u optarías por medidas más radicales?
