del consumo de fruta es de un 20% según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Además la curva del descenso se incrementa en los últimos años. De esta forma los españoles han pasado de consumir 102 Kg/año por persona a tan solo 78 Kg/año.
La inflación y los problemas de producción, principalmente la sequía y heladas, han hecho disparar los precios. Estos problemas han hecho aumentar los precios y los hogares con menos recursos han cambiado el consumo a productos más económicos.
Desciende el consumo de fruta aumenta el gasto
Aunque el consumo de fruta fresca desciende lo cierto es que el gasto destinado a fruta ha aumentado en estos últimos diez años en un 27%. Con este dato se desprende el interés por los productos saludables.
Con este aumento de precios se incrementa la brecha del consumo de productos saludables y en especial de fruta fresca entre los hogares con más nivel económico y con menos nivel económico.
El descenso en el consumo de fruta es general en toda la categoría con la excepción de frutas tropicales, también de melón y sandía, que se mantienen en los últimos años.
El sustituto de la fruta en la dieta
Aunque en España la dieta mediterránea es nuestra bandera y la producción nacional de fruta fresca es muy considerable los precios actuales dejan fuera a una parte de los consumidores. De esta forma los hogares con menos recursos y los consumidores con menos sensibilidad por la alimentación saludable sustituyen a la fruta por un mayor consumo de bollería.
El resultado del aumento del consumo de bollería y descenso de opciones saludables nos ha llevado a un aumento de la obesidad en España. Todo esto se acompaña de menos actividad física y el resultado es un mayor nivel de diabetes tipo 2 y un mayor nivel de enfermedades cardiovasculares.