Buenos números para la D.O Cava que ha cerrado el pasado año 2022 con 249 millones de botellas vendidas. Un incremento del 4,5% en un año complicado pero de recuperación de los mercados. Todo ello ha llevado a la D.O Cava a conseguir una facturación de 2192 millones de euros.
Con un buen posicionamiento en sus exportaciones, que llegan al 69% de las ventas totales, la D.O Cava sigue creciendo. En su principal mercado como es el alemán lo consolida y crece más de un 2%. También esta fuerte en mercados como Estados Unidos, Gran Bretaña , Suecia y Japón, todos ellos mercados de gran valor. Entra con mucha fuerza en mercados como el suizo, el brasileño y en los países bálticos.
Aunque sigue siendo la tercera D.O de espumosos en exportación, por detrás del champagne Y el prosecco, su crecimiento, sus números y sus mercados consolidados auguran un buen futuro.
Otra gran noticia es el crecimiento en el mercado español con un 13 % de incremento. Este aumento en el mercado interior se aprecia en todos los canales y en especial en la hostelería con un crecimiento muy importante que llega al 30% respecto al 2021. También lo hace en la distribución con un 4,3%. Además todos ellos acompañados de incrementos del valor por botella muy buenos y que llegan al 32% en el caso de la hostelería y en 10% en la distribución.
Record de ventas de cava ecológico
La apuesta que hacia la D.O Cava por la calidad del producto y en concreto por el ecológico y la sostenibilidad ya esta empezando a dar sus frutos. Como explicaba su presidente Javier Pagès “el nuevo rumbo y esfuerzo conjunto de la DO Cava con la nueva segmentación y zonificación, un fuerte enfoque hacia la sostenibilidad del territorio y la elaboración del Cava, todo ello con la garantía que solo puede dar una Denominación de Origen”. Y es que actualmente ya se elaboran 32 millones de botellas de cava ecológico con un incremento del 40% respecto al 2021.
Ya en la parte de las sombras podemos destacar las ventas de cava rosado que en 2022 han disminuido cerca de un 5%.
No podemos olvidar las heridas que siguen vigentes por la escisión de las bodegas que actualmente forman Corpinnat y Clàssic Penedès que restan fuerza a una propuesta fuerte para abordar nuevos mercados.