El éxito de las bebidas energéticas
Las bebidas energéticas han ganado popularidad como un remedio rápido para la fatiga y la falta de energía en una sociedad que exige una eficiencia constante. Sin duda han conseguido satisfacer una necesidad y consiguieron convertirse en algo habitual en estanterías de supermercados, máquinas expendedoras y bares de todo el mundo.
Siendo Red Bull pionera en el mercado, actualmente contamos con una gran diversidad de marcas y sabores. Lo que todas tienen en común son las grandes cantidades de cafeína y, en varios casos, de azúcar. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que permite retrasar la somnolencia, sin embargo, también genera nerviosismo, ansiedad, eleva la frecuencia cardíaca, etc.
Los riesgos de las bebidas energéticas
El gran ejemplo de la presencia natural de esta sustancia es el café pero te preguntarás por qué las bebidas energizantes están peor vistas.
Para empezar las cantidades de cafeína en uno de estos refrescos suele doblar las de un expreso, pero realmente lo preocupante es quién los consume. Su presencia en bibliotecas, su sabor dulce y la gran publicidad que hacen las empresas productoras por dar una imagen divertida y juvenil son algunos de los motivos por el cual muchos adolescentes y jóvenes se convierten en los consumidores habituales.
Con el paso del tiempo el cuerpo se va adaptando a los niveles de cafeína y cada vez se requiere una mayor cantidad para poder obtener los mismos resultados. Esto a largo plazo genera una adicción que se debería intentar evitar a toda costa, principalmente en los más pequeños que a veces no son conscientes de las consecuencias de sus acciones.
Cuidado con las mezclas
Importante recalcar el peligro que conlleva mezclar estas bebidas con alcohol, algo muy común. La combinación puede provocar un falso sentimiento de euforia con la que rápidamente se puede llegar a una intoxicación, además de generar arritmias y miocardiopatías. En este contexto, Galicia será una de las primeras comunidades en regular su venta a menores para evitar accidentes y vicios en este grupo poblacional.
A pesar de que puede resultar útil en ciertas situaciones, intenta ser responsable en su ingesta y recuerda: todo en exceso es malo.