El 17 de marzo de cada año Irlanda se tiñe de verde para festejar el día de su patrón. Aunque en sus inicios no fue más que una celebración religiosa, poco a poco se fue convirtiendo en una fiesta muy popular. Tanto que hoy en Grandes Productos os queremos contar un poco sobre San Patricio y las cervezas irlandesas.
Esas que están situadas entre las mejores del país. Esas que los patriotas beben durante toda la jornada, vestidos con el color representativo y otros complementos. Tréboles, largos trajes o gorros decoran a cada irlandés.
Curiosidades sobre San Patricio
El nombre inicial del santo era Maewyn Succat, nació en un pueblo escocés a finales del siglo IV y huyó a Irlanda para vivir allí unos seis años. En ese periodo aprendió el idioma celta antes de trasladarse a Francia para ejercer de sacerdote. Después cambió su nombre por el de Patricius y volvió al país de los duendes para evangelizar a sus habitantes.
Pero St. Patrick’s Day no solo se festeja en dicho país, sino que también Boston, Buenos Aires, Londres o Sydney lo viven. Los tantos irlandeses que emigraron a esos países terminaron llevando esa tradición consigo. Sin embargo, lo que no se vio en Irlanda por primera vez fue el típico desfile que se estrenó en Boston en 1737.
Dado que era una celebración estrictamente religiosa, ni se bebía cerveza ni los pubs estaban abiertos. Tampoco se desfiló en Irlanda hasta 1931 y el consumo de su bebida más representativa llegó bastante tarde, en 1970. A partir de esta fecha, San Patricio y las cervezas irlandesas ganaron mayor peso.
En cuanto al color, tampoco fue el verde el original de la orden religiosa, sino el azul. Los tréboles se encargaron de cambiarle el protagonismo, pues fueron el símbolo del movimiento independentista irlandés a finales del siglo XVIII. Por eso, en la fiesta todos los participantes llevan algo verde en homenaje a ese logro.
San Patricio y las cervezas irlandesas más destacadas
– Murphy’s Irish Red es la única que compite con la Guinness, la cerveza más famosa e importante del país. Esta última es una negra con origen en Dublín, mientras la primera mencionada es el orgullo de Cork, ciudad del sur. Tostada y con toques acaramelados, su final es seco y amargo.
– O’Hara’s Irish Stout es otra negra y profunda de sabor tostado, pero recuerdos a galleta y café. Una alternativa seria para la Guinness que elabora una cervecera familiar e independiente.
– Galway Hooker Pale Ale es también buena opción en San Patricio y las cervezas irlandesas de la competencia no tienen que envidiarle. Sus aromas afrutados y final extenso le otorga notable calidad. En el condado de Galway se comenzó a fabricar en 2006.
– Por su parte, la Hilden Belfast Blonde rompe con la típica cerveza irlandesa, ya que es una rubia espumosa y blanquecina que aporta un toque refrescante.
– En último lugar, también queremos incluir en esta lista a una de las mejores representantes de la elaboración artesanal. La Kinnegar Rustbucket se produce en la villa de Donegal, es una Ale de centeno, especiada y levemente cítrica.
Una perfecta bebida artesana para finalizar nuestro homenaje a San Patricio y las cervezas irlandesas. Eso sí, si no has probado la exitosa Guinness, no esperes más. Empieza por ella primero.