La alimentación sostenible se ha convertido en una tendencia global que no solo aborda la salud individual, sino también la del planeta. Según el Estudio Global de Sostenibilidad 2024 de Simon-Kucher actualmente el 54% de los consumidores esta dispuesto a pagar más por un producto sostenible. Este dato representa una evolución significativa ya que el año anterior representaba el 38% ,La sostenibilidad en la alimentación se basa en consumir productos que tienen un impacto ambiental reducido, son socialmente justos y económicamente viables. Aquí os presentamos algunos de los principales beneficios de adoptar una alimentación sostenible.
Alimentación ,sostenibilidad y salud
Optar por alimentos sostenibles, como frutas y verduras de temporada, productos locales y orgánicos, y carnes criadas de manera ética, suele ser más saludable. Estos productos tienden a ser más frescos y menos procesados, lo que significa que contienen menos aditivos, conservantes y pesticidas. Consumir una dieta rica en alimentos naturales y mínimamente procesados puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
Beneficios ambientales
La agricultura sostenible y la elección de productos locales y de temporada ayudan a reducir la huella de carbono asociada con la producción, el transporte y el almacenamiento de alimentos. Los métodos agrícolas sostenibles, ecológicos y de agricultura regenerativa promueven la conservación del suelo. También ayudan a la reducción del uso de agua y la disminución de la contaminación, protegiendo así la biodiversidad y los ecosistemas locales. Además, al reducir el consumo de carne y optar por fuentes de proteínas vegetales, se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero.
Alimentación, sostenibilidad y economía
Apoyar la producción local fortalece las economías locales y fomenta la creación de empleos en las comunidades rurales. Al comprar directamente a los productores locales o con una cadena de distribución corta se asegura un precio justo para los agricultores. Además, la agricultura sostenible a menudo implica prácticas de comercio justo y el respeto por los derechos de los trabajadores.
Uno de los problemas que destaca el estudio de Simon-Kucher es el acceso a estos productos. También el tener la certeza de su sostenibilidad y que la diferencia de precio no sea sustancial es clave para que los alimentos sostenibles formen parte de la cesta de la compra. Por estos motivos el ser conscientes de que productos de proximidad existen y la estacionalidad de ellos ayudan a tener mejor decisión de compra.