El atún en conserva es uno de los productos más habituales de las despensas españolas y también un gran reconocido por su seguridad alimentaria. Solo emplea calor para conseguir un esterilizado sin ningún tipo de conservante, que contiene numerosas propiedades nutritivas. Sin embargo, algunas suelen ser desconocidas por los consumidores, quienes sí se dejan persuadir, en ocasiones, por la información confusa que publican respecto al contenido de los pescados en lata. Desde ANFACO-CECOPESCA aclaran y explican bien qué aporta este alimento.
Algunas aclaraciones del atún en conserva
Para comenzar a desgranar los secretos que esconde el atún en conserva hay que comenzar por la materia prima, el pescado, que es capturado en el Océano Pacífico, Índico y Atlántico. Concretamente, son túnidos tropicales de las especies skipjack, rabil, bigeye, albacora (bonito del norte) o bluefin (atún rojo), según datos de la FAO. Luego, su proceso de fabricación une tanto tradición como modernidad mediante unas tareas que pasan primero por dejar solo el lomo. Es decir, se elimina la cabeza, la piel y las escamas, así como otras partes del pescado.
Conservando intacto de esa manera el valor biológico del producto, después durante el tratamiento únicamente con calor, llega su esterilización. Así se logra el atún en conserva, con todas sus ventajas en forma de nutrientes. Te brinda un alto contenido en proteínas, tiene aminoácidos esenciales, ácidos grasos omega-3 de cadena larga y variedad de vitaminas B, D y E. También contiene minerales como el fósforo, el potasio, el yodo o el selenio.
Gracias a todo ello, este alimento es beneficioso para el sistema muscular y articular, cardiovascular, inmunitario e incluso nervioso. Además, enriquece la función metabólica, previene el daño oxidativo, favorece la recuperación tras un esfuerzo físico, ayuda al desarrollo cognitivo… Sin duda, el atún en conserva es un excelente recurso alimenticio, aunque existan algunos mensajes alarmistas que adviertan de la presencia de mercurio en él.
No tienes que preocuparte
Lo cierto es que, según el estudio más realista sobre el consumo de pescado, no existe un riesgo siempre que el aporte de selenio sea superior o equilibrado respecto al de mercurio. Por tanto, no hay efectos perjudiciales para la salud humana, ya que los niveles del primer elemento son altos. Aparte de esto, también hay que recordar que los especímenes usados para producir atún en lata son de unos tamaños inferiores a los considerados como problemáticos. ¡Así que no tengas miedo!