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Bodega Hiruzta y sus txakolis, premiados

La Bodega Hiruzta, la única bodega de Hondarribia y sus txakolis, pasan por uno de sus mejores momentos. Ayer en Kursaal se le hizo entrega de los Premios “Euskadi” de Gastronomía 2018. Los premios propios de la Academia Vasca de Gastronomía. De esta forma se le entregó el “Manuel Llano Gorostiza 2018”, que reconoce a las entidades y personas que apuestan por fomentar la cultura del vino. Descubre a continuación el motivo de este reconocimiento.

Porque es un galardón que reconoce no sólo el buen momento que viven los txakolis de Hiruzta sino también la trayectoria de esta bodega vasca. La Academia Vasca de Gastronomía tiene como objeto el estudio, cultivo, investigación, divulgación, estímulo y difusión de las artes culinarias y gastronómicas vascas. En este marco se crearon en 1993 estos premios con el propósito de defender y promover la gastronomía vasca.

Respeto a las variedades autóctonas

Este premio valora a la Bodega Hiruzta su  marcada vocación innovadora. Así como la visión a largo plazo de su proyecto, que cuenta con una línea enológica particular. Esa que apuesta por las posibilidades de la variedad autóctona Hondarrabi Zuri y Hondarrabi Beltza. También se valoró que la familia asume su compromiso por fomentar la cultura del vino a través de una amplia gama de txakolis.

Un buen proyecto enoturístico en Bodega Hiruzta

La Academia Vasca de Gastronomía, en nombre de su Presidenta Doña María del Mar Churruca, premió el trabajo realizado por Hiruzta. Un trabajo para recuperar el cultivo y producción de txakoli para Hondarribia, cuna de la variedad autóctona vasca.

En la entrega de los premios, del Mar Churruca destacó “el amor por el txakoli y el compromiso con la gastronomía vasca que demuestra la familia Rekalde y el equipo de Hiruzta, pioneros de este proyecto” y añadía “una familia que tenía un sueño; construir su propia bodega de txakoli en uno de los lugares más bonitos de Euskal Herria: Hondarribia, un sueño que hoy es una realidad”.

La presidenta de la Academia ensalzó también el privilegiado lugar en el que se encuentra la bodega Hiruzta y sus viñedos. Recibe la brisa marina de los acantilados de Jaizkibel. Luego, la uva autóctona, Hondarrabi Zuri, es la protagonista de estas parcelas.

Este premio, junto con las recientes medallas recibidas por sus txakolis en los más prestigiosos concursos internacionales, afianzan la trayectoria de esta bodega. Ya es todo un referente en el mundo del txakoli y del enoturismo vasco.

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