Estos productos tan famosos por sus excelentes propiedades nutritivas y saludables pero también por su alto precio de venta están entrando cada vez más en las cestas de la compra. Porque el gasto medio de cada ciudadano para el consumo de frutos secos del pasado 2018 fue un 5, 7 % más que en 2017. En total, 23’31 € invirtió cada consumidor en adquirir estos alimentos para disfrutar de sus beneficios. Empezando por las nueces, pasando por los cacahuetes y acabando con las avellanas, la cantidad media nacional varía según el grupo de población. Eso sí, la clase social alta y medio-alta lideran como los ciudadanos que más consumen, quizás también por poder permitirse su compra con mayor frecuencia.
Lo más interesante del consumo de frutos secos
Bueno antes que nada, cabe recordar que el consumo de frutos secos no es nada desorbitado en España y tan solo representa actualmente el 1′ 56 % del gasto personal en toda su cesta. Esta es una cifra que podría pasar desapercibida, de no ser porque hablamos de unos productos que se podrían calificar de gourmets. Su precio de venta al público en uno de los establecimientos más baratos como es Mercadona así lo refleja también. La relación cantidad-precio es clara, evidenciando que sea un alimento no comprado a menudo. Porque sus cifras van de los dos a los casi cuatro euros en cualquier fruto, según su contenido.
Un buen ejemplo son las almendras naturales con piel, que cuestan 2,50 € por un paquete de 200 gramos o las nueces pecanas en un mismo formato por 3, 95 €. El pistacho natural mondado igualmente es de los más caros, costando 2, 55 € una unidad de solo 100 gramos. Entre los que menos inversión requieren, destacan solo los cacahuetes (menos de 2€). Tanto anacardos como avellanas entran en el grupo de los ya citados antes. Según el informe del 2018, la nuez es la preferida en el consumo de frutos secos, seguida de la mezcla o surtido de ellos, una opción interesante.
Por otro lado, resulta curioso el perfil del consumidor potencial, ese que duplica la media nacional con un consumo por persona y año de 6’48 €. Son jubilados, parejas jóvenes sin hijos y jóvenes independientes. En cambio, las parejas jóvenes con hijos o las de edad media son quienes menos comen frutos secos. Algo que deberían mirarse porque las recomendaciones de nutricionistas y médicos son claras. No deja de ser un aperitivo, pero saludable, porque no engorda y aporta un alto contenido energético para los entrenamientos o superar la jornada laboral.