Se acerca el verano, el calor y con ello la época del año donde los españoles desperdiciamos más alimentos. Durante el pasado año tiramos a la basura concretamente 1.364 millones kilos de alimentos. Y lo peor es que este dato empeora año tras año. ¡Debemos atajar el desperdicio!
¿Qué está pasando?
Los hogares españoles despilfarran muchos alimentos: principalmente frutas y verduras, seguidas de pan y lácteos. La gran mayoría de los alimentos desperdiciados y tirados a la basura son sin utilizar, es decir se compran, no se elaboran ni consumen y se tiran. Mayoritariamente los peores gestores de alimentos son las clases medias y de una franja de edad entre 50 y 64 años.
¿Cómo podemos mejorar?
La gran pregunta es que podemos hacer para reducir nuestro despilfarro alimentario. En especial en un momento que se habla de una crisis alimentaria mundial a raíz de la guerra en Ucrania. Sin duda no hay una solución única y mágica pero lo que sí es indudable es que lo más importante es la concienciación.
Vamos a ver alguna de las acciones que si se pueden llevar a cabo por parte del consumidor y también en la industria alimentaria y distribución.
Aceptar los productos imperfectos
Miles de toneladas de alimentos se tiran y no llegan a la cadena alimentaria porque su aspecto no es perfecto. Sin embargo, son aptos para el consumo. El consumo de gran parte de estos alimentos, como sucede en otros países europeos, mejoraría la cadena alimentaria y la lucha contra el desperdicio. Por todo ello ha entrado en vigor la ley sobre el desperdicio alimentario que pretende mejorar estos resultados.
Fechas de caducidad y consumo preferente
Es de suma importancia que el consumidor sepa que las fechas de consumo preferente no inhabilitan su consumo. En el caso de las fechas de caducidad si lo hacen aunque, es de sentido común, si el producto solo ha pasado uno o dos días de su caducidad y ha estado bien conservado que se pueda consumir. Según la Unión Europea la confusión entre caducidad y consumo preferente genera cerca del 10% más de desperdicio en los alimentos.
Añadir que las fechas de caducidad no afectan al gran desperdicio centrado en frutas, verduras y hortalizas y es aquí donde el sentido común debería prevalecer.
Previsión de compra
Sea prudente y compre solo lo que pueda consumir. Comprar lo que se puede consumir es la mejor recomendación y que ayuda mucho al ahorro. Tenga la previsión que en los meses de calor el deterioro y la maduración se aceleran. Si cree que no va a consumirlo cocínelos o utilice la congelación u otra sistema de conservación.
Recetas anti-desperdicio
Haga previsión de los alimentos cerca de su caducidad y elabórelos. Sea creativo y utilice todas las partes comestibles con las recetas anti desperdicio que muchos cocineros y amantes de la gastronomía comparten en la red.
La tecnología, gran aliada
Sin duda la tecnología cada vez nos ayudará más a reducir el desperdicio alimentario, la calidad de los frigoríficos es vital para alargar la vida de los alimentos. Por otro lado las estanterías inteligentes que van reduciendo el precio a medida que se acerca la caducidad pueden ayudar al sector de la distribución. También los frigoríficos del futuro que avisarán de los alimentos cerca de su caducidad ayudan, algo, a reducir el desperdicio alimentario.
Por último y si finalmente decide tirar el alimento piense en todo el trabajo, huella de carbono y el esfuerzo medioambiental que se esta perdiendo. Quizá esto ayude a que la próxima vez no se produzca este fracaso colectivo alimentario.
