La producción de queso y en general de lácteos está en crisis y todo básicamente producido por el descenso del consumo de queso español. Cuando se analizan las estadísticas del pasado año se observa un estancamiento o ligero aumento del consumo de lácteos pero un descenso de productos españoles.
De los más de 4 mil millones de toneladas de productos lácteos que se consumen anualmente en España se observa un descenso en el consumo de yogures y batidos. El aumento de aprecia en el consumo de leche líquida con un aumento del 1,8% y de un ascenso del 1,1 % en quesos. El problema surge cuando se analiza el consumo de quesos nacionales que desciende un 3% a favor de quesos internacionales en el pasado año.
Se consume menos queso español
Aunque en las últimas décadas el número de quesos artesanales no para de crecer el consumo de queso español desciende. La alta inflación ha pasado factura a este segmento de mercado y el consumidor prioriza el precio a la diversidad o proximidad del productor. De esta forma las marcas blancas y los quesos industriales internacionales han captado el mercado al queso español en especial de pequeños y medianos productores. Y es que en España se comercializan casi 900 mil toneladas de productos lácteos que provienen fuera de nuestras fronteras en especial de Holanda y Alemania. Mientras tanto solo somos capaces de exportar 500 mil toneladas.
Todo ello lleva a una situación complicada al sector lácteo y en especial el sector quesero ya que aumentan los stocks y bajan las ventas. En este sentido la patronal lanza la voz de alarma porque lo vinculan a la baja competitividad del productor y elaborador español. Todo ello fruto del aumento de precios a la que se ven obligados a repercutir al producto. Todo lleva a un menor consumo de estos productos y la consecuencia es que las grandes compañías de supermercados los retiran del lineal.
