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Fertilizantes nitrogenados: ¿mortales?

El contenido de nitrato en el agua es un problema contra el que está luchando el Gobierno. Así, el Consejo de Ministros ha aprobado una nueva serie de normas para controlar los nitratos procedentes de fertilizantes agrarios. Y, es que, pueden producir hasta la muerte. ¿Quieres conocer más detalles? Te los contamos todos aquí.

Objetivo: reducir la cantidad de nitratos en el agua

El pasado martes 18 de enero, el Consejo de Ministros actualizó el real decreto sobre contaminación. Más específicamente sobre aquella producida por los nitratos procedentes de las fuentes agrarias. Se trata de una propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Cuyo objetivo principal es la protección de las aguas contra la contaminación producida por los nitratos.

Miteco asegura que es una ley aprobada desde hace más de veinticinco años. Sin embargo, no se ha puesto en marcha hasta ahora. Para ello, la directiva impone a los Estados miembros la obligación de identificar las aguas afectadas. Esto se realiza a través de la monitorización de la concentración de nitratos en estaciones de muestreo. De tal manera, establece criterios para designar las zonas vulnerables. Es decir, aquellas superficies cuyo drenaje ocasione la contaminación nitrosa. Proponiendo así programas de actuación.

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plantación de plátanos / fuente: usuario de instagram @ zandorroque

“El alto contenido en nitrato de ríos y acuíferos es uno de los principales problemas existentes en las masas de agua de toda España. Ya que afecta a un 22% de las mas de agua superficial y al 23% de las subterráneas” ha asegurado en un comunicado Miteco. Por lo tanto, con esta aplicación se prevé aumentar el 50% la superficie de las zonas protegidas. Reduciendo un 20% el uso de fertilizantes.

¿Cuál es el problema de los fertilizantes?

Tal y como hemos mencionado previamente, el alto nivel de nitratos supone una gran problemática para el medioambiente. Una de las mayores fuentes de este compuesto es su uso como fertilizante. Esto es debido a que los fertilizantes nitrogenados maximizan los rendimientos. No obstante, un exceso en su utilización supone multitud de repercusiones dañinas para el medioambiente. Una de estas consecuencias es la contaminación de acuíferos. Problema que pretende solucionar la actualización del decreto antes explicado.

La dificultad de la aplicación de este tipo de fertilizantes es que los nitratos no se retienen en el suelo. Sino que se distribuye a lo largo del flujo del agua. Pudiendo, de esta manera alcanzar los acuíferos, a este proceso se le denomina lixiviación. De esta cantidad de nitratos lixiviados depende: el régimen de lluvias, la capacidad de drenaje del suelo y de la cantidad y el momento de fertilización.

¡El agua con concentraciones de nitratos representa un riesgo para la salud! Sobretodo para los recién nacidos. En ellos puede causar metahemoglobinemia o, más conocido como el síndrome del bebé azul. Una enfermedad que inhibe el transporte del oxígeno en la sangre. Incluso, pudiendo producir la muerte. Esta presencia de nitrato en el agua no puede olerse ni sentirse, haciéndolo así más peligroso y difícil de detectar.

También provocan gases de efecto invernadero

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plantación / fuente: usuario de instagram @ fincagallinal

La aplicación de fertilizantes nitrogenados puede aumentar la emisión de óxido nitroso. Un gas de efecto invernadero poseedor aproximado de 300 veces el efecto del calentamiento del dióxido de carbono. Encima, es el principal GEI (Gas de Efecto Invernadero) que emite el sector agropecuario. Por encima, incluso del metano. El óxido nitroso se produce durante un proceso denominado desnitrificación. Provocado, principalmente por la alta existencia de nitratos y elevados contenidos hídricos en el suelo.

Por otro lado, está demostrado, desde el punto de vista agronómico que la existencia de nitratos no es tan significativa. Ósea, la pérdida de nitrógeno no representa una disminución importante en la eficiencia de la fertilización. Su magnitud suele ser menos al 5% del nitrógeno aplicado. Por lo que no debería afectar fuertemente al rendimiento.

La humanidad, desde sus orígenes, ha buscado maneras de innovar. Para buscar un mayor grado de eficiencia, beneficios y sostenibilidad. Por lo cual, vemos necesario buscar alternativas a estos fertilizantes que pueden llegar a causar enfermedades. Incluso, la muerte. Por ello, la iniciativa del Consejo de Ministros nos parece muy correcta. ¿Y a ti? ¿Te preocupa está problemática?

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