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Tortilla de patata: ¿mala para tu salud?

¿Cómo puede dañar tu salud la tortilla de patata? Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los platos más icónicos de la gastronomía española. A pesar de ello, la mezcla de carbohidratos y grasas que contiene puede no ser la mejor opción. ¿Cómo puede dificultar la digestión y hacer engordar tanto? Comprobémoslo en este artículo. Sus conclusiones te sorprenderán.

¿Una combinación maléfica?

Mezclar grasas y carbohidratos puede no ser la mejor idea. Justo en la tortilla de patata se dan cita las del huevo y los de las patatas. ¿Qué problema hay con ello? Pues que esta combinación engaña a nuestro cuerpo y hace que engordemos mucho más. Como todo el mundo sabe, el abuso de carbohidratos (sobre todo el azúcar) acaba suponiendo un aumento de la grasa corporal de quien los ingiere. Entonces… ¿Qué pasa al mezclar grasas. on carbohidratos?

Por una parte, los azúcares y el almidón se digieren. Estos hacen subir la glucosa en sangre y disparan la insulina. Como consecuencia, el hígado comienza a almacenar el exceso de glucosa en forma de grasa al dispararse los niveles de ASP (proteína estimuladora de acilación). Por otro lado, la ASP y la insulina se potencian la una a la otra. El resultado es que tu cuerpo se llena de dos hormonas que bloquean la quema de grasas y que aceleran su almacenamiento.

tortilla de patata
Una tortilla de patata/Fuente: Pixabay

Para más inri, la combinación de grasa y azúcar interfiere con la labor de la leptina, la hormona de la saciedad. Esta nos Avisa cuando dejar de comer. Sin ella, seguimos teniendo hambre.

¿Cuándo comer tortilla de patata?

¿Significa esto que debes eliminarla totalmente de tu dieta? ¡No! La clave reside en aprovechar los momentos de mayor actividad física del día. Si haces deporte debes concentrar la ingesta de los carbohidratos antes y después. Al entrenar, la glucosa tu cuerpo irá a parar a tus músculos cual combustible. Después del entrenamiento repone el glucógeno y alimenta el crecimiento muscular. Así pues, las horas después de entrenar son delicadas. Son el único momento del día en el que quieres la insulina alta pero sin pasarte.

Por esta razón no conviene mezclara con grasa empezando otra vez el ciclo. Durante el resto del día, sin no haces deporte intenso, tu cuerpo funciona quemando las grasas. Así es como debe ser. No te interesa frenar el proceso aumentando la insulina. Por ello es que tus comidas (que contienen muchos vegetales) son más bajas en carbohidratos y más altas en grasas. Si comes más hidratos, echa menos grasas al plato. Si ingieres grasas, echa menos hidratos. A pesar de ello, algunos caprichos como la exquisita tortilla de patata siempre son bienvenidos.

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