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Ibiza y sus productos con sabor

reconocer una buena sandía

La patata y la sandía de Ibiza son los dos nuevos protagonistas con los que cuenta el sello de calidad Sabors d’Eivissa’. Esta distinción  la otorga el Consell de Ibiza para promocionar los productos autóctonos. Estas dos nuevas incorporaciones llegan pisando fuerte con el fin de reforzar el carácter y la esencia gastronómica de las Islas Baleares.

Así, la patata y la sandía ibicencas vuelven a ser cultivadas en tierras pitiusas. Aportan calidad, personalidad y buen gusto para los amantes de la buena mesa. Con infinidad de propuestas y elaboraciones culinarias.

Patata de Ibiza

Destaca especialmente por su característica piel roja y carne amarilla. Bien condimentada, se convierte en un aliado excelente para incluir en multitud de platos.

De las cuatro variedades autóctonas de patata roja que había en Ibiza hace cien años, sólo queda una y ha estado a punto de desaparecer. Tan solo se conservaba en algunas explotaciones para autoconsumo. Esto se debe principalmente a la llegada masiva de patatas foráneas a la isla.

Habiendo 150 hectáreas dedicadas al cultivo de la patata, sólo 1,3 corresponden a la variedad autóctona ibicenca. En los años sesenta era la única existente.

Otras 30 hectáreas corresponden a una variedad relativamente reciente, llegada en los años 70, llamada ‘Desiré’. Sus cualidades y usos culinarios la hacen muy parecida a la ibicenca. También esta variedad queda amparada bajo el sello de ‘Sabors d’Eivissa’.

Sandía ibicenca

Considerada por muchos expertos como la mejor sandía del mundo. Se caracteriza por su inigualable sabor, su textura sólida y crujiente y su inconfundible aroma. En verano, pasa por ser uno de los productos más consumidos en todo el mundo. Contar con una de las variedades más reconocidas internacionalmente es un gran distintivo para la ciudad ibicenca.

En los últimos años, también había quedado relegada en supermercados y distintos comercios por sandías foráneas. Especialmente la nueva sandía sin pepitas, pese a que su sabor no tiene comparación alguna con la originaria de Ibiza.

Estos dos productos son los últimos en añadirse a una lista que incluye las hierbas ibicencas, los vinos de la tierra, el cordero o la sobrasada, entre otros. Así se refuerza la preocupación de la isla por su gastronomía autóctona y el comercio local.

Sabor autóctono con tradición propia para recetario balear

Para sacar el máximo partido tanto a la patata como a la sandía de Ibiza, existen diversos platos tradicionales de la isla pitiusa. Están elaborados con ambos productos y que justifican su entrada en la marca “Sabors d’Eivissa”.

La patata ibicenca es ideal tanto para recetas sencillas y tradicionales como la ensalada payesa o las patatas a lo pobre o para otras más sofistticadas cono las patatas de rejilla con sabor a queso de Mahón o el chupito de crema de patata y puerro. Pero, sin duda, los platos más destacados de la cocina ibicenca son el “sofrit pagès”. Un plato contundente elaborado a base de cordero criado en libertad, pollo payés, sobrasada, butifarrón y patata roja). La “frita de polp” (pulpo sofrito con patatas). También  el “bullit de peix” (guiso caldoso de pescado con patatas).

Por su parte, la sandía es ideal para comerla sola por su dulzor y sabor característicos en cualquier momento del día. También es una alternativa perfecta para preparar : granizados, helados, tartas, batidos o postres más elaborados. Se puede innovar incluso añadiendo sandía a cualquier ensalada, dándole un sabor fresco y diferente. Aportando un color especial a los menús estivales.

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