El gobierno italiano prohíbe la venta y la comercialización de la carne cultivada en laboratorio. Lo que para algunos era la solución para evitar el sacrificio de animales pero poder seguir degustando carne será imposible realizarlo en Italia. Así es desde que la semana pasada el gobierno conservador de Giorgia Meloni aprobara la ley que prohíbe la carne cultivada en el territorio italiano.
Lo que sí es posible ya en Estados Unidos e Israel lo han prohibido en Italia con el objetivo de proteger la soberanía alimentaria y sus ganaderos. Así quien venda este tipo de carne cultivada en laboratorios podría tener una multa de hasta 60 mil euros.
Con esta ley el gobierno italiano quiere adelantarse a los rumores que indican que la Unión Europea quiere dar luz verde a este tipo de producción. De esta forma si el Parlamento italiano aprueba la propuesta no se podrán producir alimentos en laboratorios «a partir de cultivos celulares o tejidos derivados de animales vertebrados», dice el proyecto de ley aprobado por el gobierno.
Los defensores de esta clase de producción argumentan que es posible realizar una producción de carne mayor en previsión de la gran demanda de proteína animal que existirá en el futuro. Una producción que aseguran que será más sostenible para el medioambiente y a unos costes económicos, que en futuro próximo, serán muy reducidos. Empresas importantes e inversionistas están tomando posiciones en este mercado de la carne del futuro.
Prohibición de la carne cultivada en defensa de la tradición gastronómica italiana
Francesco Lollobrigida actual ministro de agricultura de Italia defiende la prohibición de la producción y comercialización de carne cultivada por dos motivos principales. En primer lugar porque según él “no garantiza la calidad”, por otro lado añade que “ no se respeta la cultura y la tradición gastronómica italiana”.
A favor de esta ley están las organizaciones de ganaderos que han recogido más de 500 mil firmas para prohibir la producción de carne cultivada. Su representante Sr. Coldireti ha indicado “»Solo podíamos celebrar con nuestros agricultores una medida que pone a nuestros socios a la vanguardia. No solo en el tema de defender la excelencia… sino también en defender a los consumidores».
De esta forma en Italia no se puede producir y comercializar este tipo de carne hasta que la Unión Europea legisle sobre ello. Si finalmente en Europa se permite producir Italia no podrá oponerse a la venta ya que prevalecerá la libre circulación de bienes.
