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Kilómetro 0: el caso Garcés

Descubre el exitoso caso de dos hermanos pastores del Pirineo de Huesca que han arrasado en el concepto kilómetro 0. ¿Qué tiene de especial este modelo de negocio? ¿Por qué nos interesa que no sea tan solo una moda? ¡Descúbrelo!

¿Cómo empezaron con el kilómetro 0?

Cada vez son más negocios los que se vanaglorian del término «Kilómetro 0». Es decir, locales que venden alimentos de proximidad producidos en las inmediaciones. Por ello tratamos en este artículo el caso de los hermanos Garcés. Ambos, Toné y David, proceden de Huesca y tienen 33 y 30 años, respectivamente. Desde pequeños supieron que el campo era lo suyo, al admirar el entorno rural en el que crecieron.

Hoy en día regentan un restaurante en el que cada alimento es de kilómetro 0. La carne viene de sus rebaños de corderos y cabritos. Por otro lado, las frutas y hortalizas proceden de su huerta. Así pues, persiguen el objetivo de ofrecer el producto más natural posible, sin químicos, y el de no emitir residuos. Sin embargo, el camino para llegar a la meta no ha sido fácil.

kilómetro 0
La carne del restaurante Garcés procede de sus propias ovejas/ Fuente: Pixabay

Los padres de ambos se dedicaban al pastoreo y contaban con su propio rebaño. Sin embargo, con el nacimiento de los dos decidieron diversificar. Necesitaban aumentar sus ingresos y apostaron por la restauración. Así pues, montaron un restaurante en el pueblo hace 25 años. Esto sirvió como precedente para que los hermanos Garcés se dedicaran tanto a la ganadería como a la propia restauración.

Del pastoreo a la restauración

Pasó el tiempo y decidieron dedicarse al pastoreo. Sin embargo, quedaron totalmente insatisfechos con la PAC. No se ajustaba. sus circunstancias, ya que no tenían tantas cabezas de ganado ni hectáreas como es preciso. “Tener 500 ovejas y 60 hectáreas para incorporarte al sector es inviable en zonas de montaña”, explican. De esta manera, acusan a las políticas de Bruselas de perjudicar a los pequeños ganaderos. También arremeten contra ellas al considerar que enfrentan a los propietarios de las escasas tierras disponibles.

Cambiaron de rumbo tras un tiempo vendiendo su ganado a mayoristas. Quisieron darle un valor añadido y por ello empezaron a suministrar al restaurante familiar hace cinco años. Lo convirtieron en un negocio de kilómetro 0 autoabastecido. Por ello es que a día de hoy el 65% de la carne que producen va al restaurante. El resto se comercializa a través de una cooperativa. Cabe destacar el esfuerzo por tener el número de animales justo para abastecer al local y evitar la sobreproducción.

Próximos proyectos

“Ha sido algo natural, de sentido común, teníamos huerto y animales ¿por qué no intentar autoabastecer el restaurante con nuestros productos?” explica Toné. Este es el más inclinado hacia la agricultura de los dos y tiene un nuevo proyecto en mente. Su deseo es poner en marcha un invernadero. Lo que buscan ambos es que permita «tener producción propia de hortaliza y verdura todo el año”. De esta manera se cierra el ciclo y todo lo que sale de la tierra sirve para generar ingresos en el restaurante todo el año.

paisaje del Pirineo aragonés
Paisaje del Pirineo aragonés/Fuente: Pixabay

Toné y David reivindican que seguir con la tradición familiar no tiene por qué se una obligación. Ellos encuentran la felicidad en el campo ofreciendo la calidad y cercanía del kilómetro cero. Hoy sirven de referencia para todas aquellas personas que luchan por su oportunidad en la ganadería. Si quieres conocer más, te recomendamos el documental «Rebeldía Rural» sobre su historia.

Para acabar comentamos que les gustaría que se dejara de utilizar la expresión “si no estudias, solo podrás ser pastor” en sentido negativo. ¿Crees que es un caso de los miles que vendrán en breves?

 

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