La postura ambigua con la carne de la Unión Europea da mucho que hablar. Por un lado los políticos piden rebajar su consumo. Son conscientes de la enorme cantidad de recursos que consumen. Por otra, financian campañas de promoción de la carne. Estas son las circunstancias que han llevado a la ONG provengana Proveg a lanzar su campaña de protesta. ¿Conseguirá salir victoriosa de su cruzada contra la carne? Vamos a verlo.
Postura ambigua con la carne: hipocresía
Es en octubre cuando sale a la luz un relevante informe: «Evaluación de impacto completa de las opciones políticas». Este marcará la hoja de ruta para un futuro más ecológico del sector primario. Tan solo unos días antes la ciudad de Bruselas se llenará de unas pintorescas vallas publicitarias. La campaña This makes no sense arranca para protestar contra la postura ambigua de la carne en Bruselas. Miles de donantes han recaudado ya más de 18.ooo euros para pagar la campaña. Algunas de las vallas que instan a que la Unión Europea deje de promocionar la carne ya han aparecido.
Pero… ¿De qué te estamos hablando? Pensarás. Básicamente con una posición contradictoria de la Unión respecto a la carne. Por un lado, financia con dinero de todos los ciudadanos campañas para promover alimentos cárnicos. Un ejemplo es Let’s Talk About Pork y el otro Hazte Vaquero. Esto no es ninguna broma, ya que la ONG Proveg (organizadora de la protesta) ofrece unas cifras de vértigo. ¡776,7 milones de euros se destinan a la promoción agraria! ¡De estos, dos tercios van a la publicidad de la carne!
El argumento que esgrimen las autoridades de Bruselas es que los europeos necesitan consumir más carne para hacerla más competitiva en los mercados internacionales. Por otra parte, Proveg acusa estas declaraciones de hipócritas, ya que se supone que el citado informe irá en la línea de una transición hacia una dieta más basada en plantas. No les parece coherente pedir que los ciudadanos reduzcan su consumo para luego pagar propaganda que pide lo contrario.
La alimentación consciente
Además de las vallas, traducidas a cinco idiomas, la protesta incluye una carta firmada por ONGs y científicos de relevancia (Jane Goodall). Esta pide, en resumidas cuentas, que la UE termine con su postura ambigua con la carne y destine los fondos de la promoción a otras tareas. La que proponen es la promoción de dietas más sostenibles basadas en plantas. De esta manera, arranca la campaña This makes no sense, en la que cualquiera puede financiar estas vallas con una donación a partir de los cinco euros.
Por eso en julio colocamos 9 carteles en Bruselas cerca del Parlamento Europeo. Ahora queremos pasar a la segunda ronda y difundir el mensaje por toda Bruselas????????????????
ℹ️ Tú también puedes unirte y pedirle a la UE que deje de promocionar productos animales en https://t.co/TWFjPvV1yG pic.twitter.com/G5Pdji97U7
— ProVeg España (@provegES) September 3, 2021
El cambio climático es ya una verdadera preocupación en la sociedad europea. Hemos de decir que en unos países más que en otros. Por ejemplo, allá al norte en Alemania o Suecia cuentan con partidos «verdes» en el parlamento. No obstante, la tendencia general es encontrar a gente concienciada con el impacto de la ganadería en todos los países de la zona. La pandemia ha acelerado la alimentación consciente. Por ello cada vez son más quienes se preguntan si lo que compran es bueno para ellos, los animales y la Tierra.