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La kombucha gana al yogurt como saludable

La doctora y nutricionista Gabriela Pocoví ha señalado que existen ventajas en el consumo de la kombucha sobre el del yogur. La causa es por “la alta cantidad de probióticos, las bajas calorías y la mejor digestión que ofrece esta bebida saludable” explica Pocoví. La experta ha apuntado que la kombucha es “una bebida fermentada que se ha vuelto cada vez más popular en los últimos años”. Y aunque el yogur también es un alimento fermentado, existen “diferencias clave” que aventajan a esta bebida saludable.

En este sentido, Pocoví ha explicado que “una de las principales ventajas de la kombucha sobre el yogurt es su contenido en probióticos”. “Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino. Están asociados con una serie de beneficios para la salud, como una mejor digestión y un sistema inmunológico más fuerte”. Aunque el yogur “también es una fuente de probióticos, la kombucha puede contener una mayor variedad y cantidad de estas bacterias beneficiosas”, ha comentado.

Ante la cuestión acerca de qué alimento rico en probióticos elegir para completar una dieta equilibrada, la kombucha se ha desmarcado por ser “naturalmente baja en calorías y azúcar. Esto  la convierte en una excelente opción para aquellos que buscan una bebida saludable y refrescante”. Asimismo, la doctora ha comparado que “el yogurt, por otro lado, puede contener más azúcar y calorías, especialmente si se le añaden edulcorantes o sabores artificiales”.

Las calorías, un diferenciador clave a favor de la kombucha

En este sentido, la experta ha hecho hincapié en la diferencia calorífica entre la kombucha y el yogurt tradicional. “Por lo general, la kombucha es más baja en calorías que el yogur. Una taza de yogur natural bajo en grasa puede contener alrededor de 150 calorías, mientras que una taza de kombucha generalmente tiene menos de 50 calorías”, ha explicado.

No obstante, ha añadido que “es importante tener en cuenta que algunos tipos de kombucha y yogur pueden tener aditivos y saborizantes que aumentan el contenido de calorías”. “En resumen, la kombucha es generalmente más baja en calorías que el yogur. Pese a ello siempre es importante leer las etiquetas de los productos para obtener información nutricional precisa y buscar en su etiqueta que no contenga más azúcares que los naturalmente presentes”, ha comentado.

En el caso de la enseña granadina Víver Kombucha, su cuidado proceso de fermentación da como resultado una bebida baja en azúcar. Con alrededor de 2 gramos por 100 mililitros, mientras que un yogur natural sin azúcar tiene alrededor del cuatro y cinco por ciento. Además, los probióticos presentes en toda la bebida contribuyen a mejorar la salud intestinal y la hinchazón.

En esta línea, el co-CEO y co-director de Víver Kombucha, Raúl de Frutos, «nuestra máxima implicación en el proceso de creación de la kombucha es una de las claves para la obtención de la kombucha auténtica. Con más valor nutricional, probióticos y propiedades beneficiosas para el organismo”. Según estudios realizados por la empresa, sólo una botella de Víver contiene más de 900 millones de probióticos de unas 20 variedades distintas.

Por otro lado, la kombucha, en cuanto a sus propiedades, “también es rica en antioxidantes, mientras que el yogurt es una buena fuente de proteínas, calcio y vitaminas del complejo B”, según ha explicado la doctora Pocoví. “Sobre la kombucha, tendríamos la ventaja de que al no contener lácteos, proteína láctea ni lactosa su digestibilidad y tolerancia es mejor para intestinos sensibles e individuos con alergias y sensibilidades alimentarias”, ha agregado.

 

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