El aumento de los costes de producción, la sequía y los problemas de plagas de otras especies ponen en riesgo el sector apícola y en consecuencia la producción de miel española. Por todo ello esta semana el sector ha salido a manifestarse en busca de soluciones que garanticen su viabilidad.
Los más de 35.000 apicultores españoles están sufriendo una tormenta perfecta. Por un lado la baja producción a causa de la sequía y por otro lado la escasez de producción causada por especies invasoras que provocan problemas en las colmenas españolas. A todo ello se suma la alza de precios en las materias que se necesitan para la producción. Es el caso del vidrio y también el gas-oil ya que la mitad de los productores practican la trashumancia de sus colmenas.
Los resultados de todo ello hacen inviable la actividad ya que los costes por kg de miel superan los 4,5€/Kg y el mercado no lo admite. La consecuencia es que la mitad de la producción del pasado año aún esta en los almacenes y tiene graves problemas en su comercialización.
Y llegó la miel china para comerse la española
La gran diferencia de precio que existe en el coste de producción en países como China o de Latinoamérica respecto a la española esta afectando a los apicultores españoles. Lo hace tanto en el mercado español como en los países donde se exportaba la miel española como Estados Unidos, Arabia Saudí, Alemania o Gran Bretaña.
A todo ello se suma otra gran reclamación del sector que es que el etiquetado de la miel sea claro ya que la ley del etiquetado promueve, y más en estos momentos, la picaresca y la confusión. Actualmente el reglamento solo obliga a señalar los países de donde es originaria la miel, pero no el porcentaje de cada uno. De esta forma una miel que sea de mezcla puede tener un 99% de miel china y un 1% de miel española e indicar las dos procedencias. Esta práctica es más habitual en el contexto de inflación actual donde el 80% de los consumidores buscan productos promocionados o rebajados.
