La cocina italiana, famosa por su diversidad y sabor, nos regala una joya culinaria que ha resistido el paso del tiempo: los ñoquis. Lo que en un inicio fue simplemente una solución a la escasez, se ha convertido en un platillo típico en la mesa de muchos hogares.
En el norte de Italia, durante la Edad Media, los monjes buscaban una alternativa económica y abundante para enriquecer su dieta, y así la papa, un regalo del Nuevo Mundo, permitió crear la receta de los ñoquis. Su preparación es muy sencilla, y está compuesta por tres ingredientes clave: patatas, harina y huevos; a partir de ahí, todo queda en la creatividad del cocinero. Se trata de un plato versátil que se adapta a distintos sabores y preparaciones, sirviéndose con salsa de tomate, pesto e incluso la simple mantequilla funciona para complementar esta comida.
Existe una encantadora tradición asociada con esta pasta que se celebra en varios países y consiste en cocinarlos el día 29 de cada mes para atraer la buena suerte y prosperidad. La leyenda que envuelve esta práctica cuenta que, tras la emigración italiana a América del Sur, los italianos preparaban esta comida a finales del mes por componerse de ingredientes baratos. Más tarde, se añadió la costumbre por parte de los inmigrantes más antiguos a colocar una moneda debajo del plato de aquellos más nuevos, con la idea de poder darles una mano hasta que cobraran su sueldo.
Los ñoquis no solo son un plato delicioso, sino también un vínculo con la historia y la cultura. Si te animas, puedes prepararlos el próximo 29.