¿Cómo se come una fruta tan exótica en Europa como es el maracuyá? Descubre algunas recetas para preparar con ella y sus interesantes propiedades. ¿Qué tiene que ver con el asma? ¡Vamos a verlo!
¿Cómo es el maracuyá?
Maracuyá es el nombre que recibe una fruta tropical. También puedes encontrarla como fruta de la pasión o parcha, dependiendo de su lugar de origen. Se trata del fruto de una enredadera que puede alcanzar los nueve metros de longitud. Su aspecto, en la forma madura, es amarillo dorado o morado. Dentro hay saquitos con zumo naranja y semillas crujientes. También es importante que esté dura para poder comerla.
¿Qué hacer con esta fruta?
La manera más sencilla de hacerlo consiste en partirla por la mitad y sacar la pulpa, junto a las semillas, con una cuchara. Puedes echarla a un cuenco aunque también resulta cómodo comerla desde la misma fruta. Otra opción, si no te gustan las semillas, es hacer zumo con la pulpa.
En caso de que te gusten puedes preparar néctar. Para ello se hierve a fuego lento el maracuyá cortado con cáscara en agua. Este proceso termina cuando la fruta se pone blanda. El siguiente paso consiste en licuarla, colarla si a uno le apetece y endulzarla.
Luego también tenemos el coulis, que es un puré de frutas o verduras coladas. Este se prepara de forma parecida al néctar pero sin cáscara. Así pues, lo primero es hervir la pulpa con azúcar durante cinco minutos tras colar las semillas. Hay quienes le añaden vainilla y otras especias para darle sabor antes de hervir. Esta receta puede serte de utilidad si quieres cubrir con ella yogur, tarta helada o queso.
Por último, también te sugerimos preparar un batido de mango y maracuyá. El dulzor del mango maduro contrasta en gran medida con la acidez del maracuyá. De esta manera, mezclándolos con un cremoso yogur en la licuadora.
¿Por qué es la fruta de la pasión?
El maracuyá procede originariamente de la Amazonía. No obstante, se extiende por un área muy vasta del norte de Sudamérica. Así pues, cuando los españoles llegaron a estas tierras quedaron deslumbrados por la fruta. Cuenta la leyenda que los misioneros relacionaron la forma de los pétalos de la flor con la resurrección de Cristo. De ahí provendría el nombre de la fruta de la pasión.
También posee otros nombres, ya que su cultivo se introdujo en otras áreas. Así pues, en República Dominicana la llaman chinola. En Paraguay le dicen mbucuruyá, al igual que en Bolivia. En Venezuela es parchita y en Nicaragua calala. Además, en Puerto Rico es conocida como parcha.
¿Qué propiedades tiene?
Su triunfo comercial implicó introducirla en otros continentes. Hoy en día la tenemos en Hawaii, Australia, África… No es de extrañar, ya que posee excelentes cualidades nutricionales. Media taza de maracuyá morado crudo contiene 12’5 gramos de fibra dietética. Además, es rica en vitaminas A, B y C, magnesio, fósforo y potasio. Se le atribuye la capacidad de reducir el riesgo cardiovascular.
Por si fuera poco, un estudio afirma que el extracto de la piel de la fruta mejora la capacidad de respirar de pacientes con asma. Entonces, ¿te hemos convencido para comer maracuyá con más frecuencia?
