El queso de camella es muy típico del desierto del Sáhara. Lo sorprendente de este es que comenzará a fabricarse en Fuerteventura en un esfuerzo de conservación animal. Canarias alberga los últimos ejemplares de la única raza de camello de la Unión Europea. ¿Quieres descubrir el proceso de elaboración y los beneficios de este alimento? Sigue leyendo.
Pioneras en lácteos
Las Islas Canarias se convierten en pioneras en el mundo de los lácteos. El archipiélago ya es conocido de por sí por la crianza de la cabra y el queso proveniente de estas. De hecho, el queso majorero es considerado como un verdadero manjar. Así pues, con el listón ya alto, llega el queso de camella. A pesar de lo habitual que resulta en países desérticos, como Mauritania, supone todo un hito en España. En unos pocos meses, la granja encargada será la primera en producir queso de la única raza de camello de la Unión Europea: el dromedario canario.
De este animal solamente quedan mil doscientos ejemplares. Se diferencia del camello de la península arábiga en que tiene una joroba y no dos. Algunos de ellos viven en Oasis Wildlife Fuerteventura, un zoo en el que los turistas pasean a lomos de estos animales. Dentro de estos, son las hembras las escogidas por la empresa Dromemilk Camel Farm. Esta está preparada para lanzar al mercado en unos meses el queso junto a otros productos lácteos y cosméticos.
Para conseguir el queso de camella contaron con la experiencia y el conocimiento de reputados expertos. Uno de ellos fue el doctor Bernard Faye. Se trata de un consultor y del mayor experto internacional en Medicina Veterinaria para la Producción, Investigación y Desarrollo de Camélidos. La otra experta es la doctora Guakhar Konuspayeva, científica, asesora y profesora de Bioquímica en la Facultad de Biología de la Universidad Nacional de Kazajistán Al Farabi.
Dos científicos en busca del queso de camella canario
La tarea de ambos consistió en visitar la granja camellar de Fuerteventura. Verificaron el estado avanzado de las instalaciones. Además mejoraron las condiciones nutricionales de la leche, así como el manejo lechero de su ganadería. El doctor Bernard Faye se muestra bastante optimista con el desarrollo del queso. Destacó, durante su visita, el progreso respecto a la que realizó un año atrás. Notó mejoría en las condiciones sanitarias y de bienestar animal. Pone énfasis en ellas para lograr productos de mayor calidad.
Por otra parte, la doctora Guakhar Konuspayeva a afirmado que el sabor de esta leche de camella es «pleno y muy lechoso». Destaca que la gran calidad de la materia prima permite preparar quesos con distintos sabores. Para elaborar este queso la tecnología es muy clásica. Konuspayeva explica que se calienta la leche a cuarenta grados aproximadamente y después se siembra la microflora láctica. Después es cuando coagulan a una temperatura que no supera los cuarenta y cinco grados.
Bajo estas condiciones es como coagula adecuadamente. El siguiente paso es dejar la mezcla reposar y cortarla al cabo de una hora. Así es como empieza el proceso de moldear queso en un paño. Una vez escurrido, lo cortan pesando, durante tres horas aproximadamente. Al terminar este proceso se pasteuriza el suero para que el queso recupere algo de proteína. El resultado es un queso fresco de camella que dejan reposar en una cámara fría antes de añadirle sal.
El sabor del queso de camella acaba por parecerse al de la mozzarella. No obstante, el primero es meos cremoso. Si asas a la parrilla en una sartén este queso, los trozos se parecerán al queso halloumi propio de pizzas o tostadas. El objetivo de estos científicos y el de la empresa productora es que los clientes lo compren en diferentes formatos.
Adquirir el queso de camello puede traer beneficios tanto al consumidor como al medio ambiente. Para empezar, si hablamos de salud debemos enfatizar en que la leche de camella es baja en grasas (4 %). Por no hablar de que posee el triple de vitamina C que la leche de vaca. También contiene sales minerales y carece de lactosa. Por este último motivo puede ser interesante para intolerantes. Además, la leche de camella requiere poca agua en comparación con la leche de vaca. ¿Te gustaría probar este queso?