El alza en los precios de la actual inflación nos lleva a cambiar algunos hábitos de compra en nuestra alimentación. Uno de ellos ha sido el aumento del consumo de verduras congeladas. Sin duda una opción muy inteligente por parte del consumidor ya que son productos más económicos, muy saludables y muy prácticos en la cocina.
También el aumento del consumo de vegetales en nuestra dieta ha ayudado al aumento del consumo de congelados. Los vegetales son muy importantes en nuestra nutrición ya que son ricos en vitaminas, minerales y fibra. Además el aporte de calorías es bajo.
Verduras congeladas, nutricionalmente interesantes
La pregunta que muchos consumidores se hacen es: ¿qué diferencia nutricional hay? La diferencia es poca y a veces si la verdura que compramos no es realmente fresca puede ser incluso inferior en el caso de la verdura fresca. El proceso de ultracongelación a -40ºC que sufren las verduras en un plazo muy corto desde su recolección garantiza que conservan todas sus propiedades. En este proceso es importante el transporte hasta el hogar para no romper la cadena de frío y garantizar todas sus propiedades nutricionales y de textura.
Por otro lado una de las grandes ventajas de la congelación es que el frío es el principal conservante y no es necesario añadirle ningún aditivo o conservante al producto. Otra de las grandes ventajas es que podemos disponer de muchas verduras durante todas las épocas del año, con un precio muy asequible y estable.
Recomendaciones de los congelados en la cocina
Como ya hemos comentado es importante no romper la cadena del frío tanto en el transporte como en su manipulación. Una prueba que se ha roto la cadena de frio son los productos que se han apelmazado.
Recuerde que no es necesario descongelar las verduras ya que pueden cocinarse directamente. Hay algunas excepciones como los congelados que se presentan en bloques que son necesarios una descongelación previa antes de exponerlos al calor. Un ejemplo son las espinacas.
Las verduras congeladas pueden cocinarse con todas las técnicas. Puedes saltearlas directamente congeladas, elaborar un rico Wok, cocerlas o hacerlas al vapor. No olvide leer las indicaciones del envase para evitar exponerlas demasiado al calor o a una excesiva cocción.
Utilice solo la cantidad que necesite pero no congele de nuevo las verduras ya descongeladas. El resto puede guardarlas en un envase bien cerrado.
