Después de tan solo unos días que en Italia prohibieran la producción y comercialización de carne cultivada vuelve la polémica. Y es que Vow ,la start up australiana de producción de carne cultivada, ha sorprendido con el anuncio que ha producido carne de mamut.
Aunque realmente el interés de la empresa Vow que comercializará su carne con la marca Forged by Vow ha sido claramente de marketing. Ha conseguido que más de 3000 medios hayan publicado su noticia y todo el mundo conozca su marca. Para conseguir producir la carne de mamut y llegar a millones de personas ,con su anuncio, han utilizado la información del ADN encontrado en el permafrost del Ártico.
Los científicos que trabajaban en el proyecto no tenían acceso a una reserva congelada de tejido de mamut en el que basar sus esfuerzos. En cambio, se centraron en una proteína presente en los mamíferos llamada mioglobina. Esta proteína le da a la carne textura, color y sabor, identificando la secuencia de ADN de la versión de mamut en una base de datos del genoma que esta disponible y es pública. Rellenaron los vacíos en la secuencia de ADN de mioglobina de mamut utilizando información del genoma de un elefante africano. Los científicos insertaron el gen sintetizado en una célula muscular de oveja, que luego se cultivó en un laboratorio.
«Desde un punto de vista genómico, solo un gen entre todos los demás genes de las ovejas es gigantesco» ha comentado Ernst Wolvetang. “Es un gen de 25.000”ha comentado Wolvetang profesor y líder principal del grupo en el Instituto Australiano de Bioingeniería y Nanotecnología de la Universidad de Queensland, quien ha formado parte del proyecto.
La carne de mamut para promocionar la sostenibilidad
Según el director de Vow el principal objetivo era llegar al público para dar a conocer las ventajas de la producción de la carne cultiva. Todo en un mercado creciente en población y que demanda más y más carne. Además la carne cultivada evita la necesidad de sacrificar animales para obtener alimentos y también ayuda a combatir la crisis climática.
En definitiva un proyecto que ha llegado a muchos pero que finalmente nadie ha podido descubrir el sabor de la carne de mamut. La principal razón es que por motivos sanitarios no se han podido consumir los poco más de 400 gramos producidos.
