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Acrilamida: ¿las patatas fritas matan?

Pensábamos que las nuevas freidoras con aire, airfryers, habían acabado con los problemas que causaba comer muchas patatas fritas. Pues gracias a esta nueva herramienta disminuía la cantidad de aceite consumido. Sin embargo, parece haber aparecido un nuevo elemento que nos obliga a dejar de lado las patatas fritas. ¡Y tendríamos que hacerlo ya! Esta sustancia es la acrilamida ¿No la conocías? Pues no te preocupes que nosotros te contamos todo sobre ella.

¿Qué es?

La acrilamida es una sustancia química que sirve como base de los llamados copolímeros. Estos se usan en muchos procesos industriales ya sea en la producción de papel, tintes y plásticos. Es un compuesto orgánico que tiene mayor probabilidad de aparición en los elementos a temperaturas superiores a 120ºC . Por eso que también se encuentra en productos de consumo tales como el tabaco, en su humo. Asimismo, aparece en gran escala en alimentos ricos en almidón.

En este último punto es donde encontramos la mayor problemática. Pues dentro de este grupo se encuentra un gran número de alimentos: las patatas, derivados de cereales y el pan. Un informe de la OMS ha asegurado que las patatas fritas son la comida que contiene más acrilamida. Seguida del café y productos destinados al desayuno como las galletas y cereales de copos tostados. Aunque, en mucha menor medida se pueden encontrar en los frutos secos tostados, aceitunas negras, verduras asadas y frutas deshidratadas.

acrilamida
patatas fritas / fuente: pexels

Pero ¿porqué es un problema este componente? Para responder esta pregunta tenemos que remontarnos al 2002. Año en el que comenzó la investigación sobre su posible efecto cancerígeno. No obstante, no fue hasta el 2015 cuando la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria concluyó y confirmó que las personas que injieren más acrilamida tienen más riesgo de sufrir un cáncer.

¿Cómo evitar el consumo de acrilamida?

Tal y como hemos dicho antes, las altas temperaturas favorecen la aparición de la acrilamida. Así que si disminuyes las cocciones a este temple podrías evitar las consecuencias negativas de esta sustancia. En cambio, si lo que quieres es seguir comiendo patatas fritas ¡no te preocupes! Hay trucos. Lo primero que podemos recomendarte es que intentes hervirlas. Si así no te gustan fríelas, pero confórmate con que queden blanquitas o, como mucho, hasta que tengan un doradito suave.

Y si todavía con estos consejos no te ves convencido, prueba a hacer tus patatas fritas como las haces habitualmente. Eso si, antes de echarlas a la sartén, córtalas y remójalas un rato en agua. De esta manera conseguirás reducir la cantidad de acrilamida. ¿Y tu? ¿Conocías esta información?

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