Las crisis nos afectan siempre de forma directa en la cartera. Cuando un país entra en un periodo de inflación, sus habitantes suelen cambiar sus hábitos más costosos para adaptarse al momento y reducir gastos. Hoy os hablaremos de los cambios del consumo de crisis, sobre todo en España. ¡Descúbrelo!
El nuevo tipo de consumo de crisis
Los españoles han superado el umbral del dinero destinado a comer fuera de casa. Y todo esto antes de la pandemia en verano. La realidad que vivimos ha ayudado a la subida de precios, puesto que las visitas de bares y restaurantes este año son todavía menores que en 2019. Este problema todavía puede alargarse durante todo el otoño. El consumo en locales nacionales se ha reducido un 5,2%, haciendo que el resultado sea inferior al del último julio prepandemia.
A esta realidad también hay que sumarle el auge de los servicios de comidas precocinadas y listas ya para comer que ahora ofrecen los supermercados. Estas opciones ya preparadas pueden llegar a reducir a la mitad el precio de la opción más barata de comida para llevar de los restaurantes colindantes. Por ello, estos sectores deben lidiar con un incremento de gasto del 17 %. Además, en zonas vacacionales o en las inmediaciones de oficinas y de centros universitarios estos sistemas tienen más éxito.
Todo viene derivado de la demanda de comidas sencillas y compras más baratas, provocado por la inminente crisis económica de la que ya estamos viendo los primeros estragos a nivel internacional. Mucho se puede achacar a los efectos secundarios que el Covid ha tenido en la economía, y a la vez a la situación geopolítica de Europa, que también está propiciando una subida de precio importante en varios sectores.
Cambio de hábitos por parte de los usuarios
Existen varias soluciones y cambios que los consumidores podemos hacer para afrontar el periodo de consumo de crisis. Uno de los más evidentes, que de hecho ya está adoptando la mayoría de españoles, es pasarse a las marcas blancas en lugar de mantenerse en las versiones más caras del producto. También hay una serie de opciones que nos pueden echar una mano para reducir nuestro gasto mensual.
Por ejemplo, reemplazar unos productos o servicios por otros más vitales, siempre que no les estemos dando uso. También se puede buscar una reducción del consumo en restaurantes e incremento de consumo de alimentos en el hogar. Estos últimos siempre van a salir más económicos, no solo por la cantidad a comprar, sino también porque puedes conseguir que la comida aguante por varios días, solucionándote más de una comida.
De todas formas, también existen restaurantes que aplican promociones para cenas y fines de semana. Esto puede resultar muy interesante para no abandonar por completo las escapadas gastronómicas. Otra posibilidad es plantearse el incremento de consumo de alimentos congelados. No solo los comprados en supermercados, sino también los preparados en casa, como hemos mencionado anteriormente.
Las empresas en el consumo de crisis
Los consumidores no son los únicos que se deben adaptar a esta situación de crisis. Las empresas que pretenden que compremos sus productos o adquiramos sus servicios también deben empezar a plantearse nuevas acciones y cambios para su estrategia de marketing. Por ejemplo, no dejar de estar presentes para sus clientes. Por lo general, si una empresa deja de ser relevante, desaparece.
También es importante el enfoque en retener, desarrollar y fidelizar a los clientes. Para ello, lo ideal es ofrecer un producto o servicio de calidad a un precio acorde a la situación actual del país. De otra forma, es muy posible perder al consumidor en favor de otra empresa que le proporciones ese servicio pero con unas características más adecuadas para su bolsillo.
Por último, lo más importante que una empresa debe tener en cuenta es la optimización de recursos. Para poder ofrecer esos servicios al mejor precio, es necesario saber el estado actual del mercado y de la economía. Una vez tenga claro su nicho de mercado, será el momento de empezar a planear la estrategia que va a seguir para convencer a los compradores de decantarse por sus productos.
¿Qué te ha parecido? ¿Aplicarás alguna de estas soluciones?
