El Baileys es una de las bebidas más populares que nos podemos encontrar en nuestras casas. Esta crema de whisky irlandés con notas de café lleva décadas endulzando nuestras vidas. Te contamos todos los detalles y las curiosidades acerca de este popular licor.
Una bebida irlandesa nacida en Londres
Pese a que se trata de un whisky de estilo irlandés, pocos saben que realmente fue creada en Londres. Allá por 1974, un grupo de irlandeses afincados en la capital de Reino Unido decidió homenajear a su país. Para ello decidieron combinar dos productos típicos irlandeses: la crema de leche y el whisky. Después de muchas combinaciones dieron con la fórmula del éxito.
A ello se sumó el apoyo del gobierno irlandés, que se encontraba inmerso en una política de ayudas a emprendedores que exportasen la tradición del país. Los cinco amigos tomaron el nombre del Hotel Bar Baileys, un establecimiento londinense que frecuentaban con asiduidad. La idea fue todo un éxito, por lo que pronto llegaron nuevas variedades de esta popular bebida.
La fabricación y vida útil del Baileys
Como ya hemos dicho, el Baileys es una bebida que combina whisky irlandés y diferentes elementos. Existen variedades de crema de café, chocolate, vainilla o canela, entre otras. La base de esta bebida es una emulsión del licor irlandés y la crema de leche. Para que cunda efecto dicha homogeneización es necesaria la ayuda del aceite vegetal refinado. Posteriormente se le añade el ingrediente extra, dependiendo de la variedad fabricada.
Según la empresa, no se le añade ningún tipo de conservante ni colorante, ya que el whisky conserva el producto de forma natural. Tras pasar el tiempo necesario en las instalaciones donde se fabrica se distribuye a centenares de países de los cinco continentes. Los fabricantes recomiendan el almacenamiento en un lugar fresco, una horquilla que oscila entre los cero y los veinticinco grados centígrados. Una vez abierto, tiene una vida útil de dos años.
Una elaboración apegada a la tierra
Cada año se necesitan doscientos millones de litros de leche fresca para elaborar el Baileys. Toda ella procede de pequeñas vaquerías irlandesas. Unas granjas familiares rodeadas por exuberantes prados verdes silvestres donde pastan libremente los animales. Como curiosidad, hay que destacar que dicha cantidad de leche equivale a unos tres mil millones de vasos del producto final.
En cuanto al whisky, se trata del licor por excelencia de Irlanda, con permiso de la cerveza. Su elaboración se remonta, según textos, al siglo X. Fueron unos monjes quienes importaron la receta tras unas misiones por diferentes zonas del mediterráneo. La palabra proviene del gaélico y significa «agua de vida». Para elaborarlo se parte del mosto obtenido de diferentes cereales. Cada destilería tiene su truco, pero todos respetan la fermentación durante tres días.
Una bebida para disfrutar
El Baileys, como toda bebida alcohólica, hay que tomarla con moderación. Aun así, en España es muy común tomarla en pequeña cantidad acompañada de otros productos, dulces o salados. Es especialmente recomendado para echar unas gotitas en el café o en diferentes recetas, sobre todo en postres, como por ejemplo en bizcochos o tartas. Sin olvidarnos de los cócteles o simplemente tomándolo como un chupito.
Y si por un casual no quieres comprar esta marca, lo puedes hacer sin ningún problema en tu casa. Es una receta fácil y muy rápida de hacer. Solo necesitas leche condensada, café en polvo, cacao, leche, vainilla y, por supuesto, whisky irlandés. Si tienes todo esto, lo único que tienes que hacer es mezclarlo todo en un batidor, embotellarlo en vidrio y conservarlo en la nevera. A diferencia del Baileys, es recomendable consumirlo en un espacio breve de tiempo.
Hay que decir que esta suele ser empalagosa, pero gracias al frescor con el que se recomienda tomarlo, desaparece ese aroma y gusto. Desde la empresa continúan experimentando con nuevos ingredientes con los que ampliar su amplia gama de productos. ¿Qué te ha parecido? ¿Te esperabas todos estos datos de la popular marca?
