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Baja el consumo de alcohol en España

Buenas noticias para los más sanos y un tanto malas para el sector de los destilados, ya que baja el consumo de alcohol en España un 1 %, según cifras del año 2018. En su conjunto, el ron, el whisky, el vodka y la ginebra descendieron ese porcentaje.

Así lo ha demostrado el informe anual socioeconómico que elabora la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE). No obstante, la fuerte subida tanto de la bebida de anís como de los licores ha compensado ese leve descenso. En total, se consumieron en nuestro país unos 215 millones de litros en estas bebidas con alcohol. Por tanto, sí baja el consumo de alcohol en España, pero muy poco.

Primer descenso en el sector desde el 2014

En 2018 se produjo una bajada no vista desde cuatro años atrás. Así, se elaboraron 302 millones de litros de bebidas espirituosas en España. Pero unos 120 se destinaron a la exportación, mercado que sí registró un incremento del 4 % respecto al año anterior. Además, la ginebra española experimentó una subida de ventas del 30 %, reinando entre todas.

Por su parte, en el mercado interior, de ese total producido de destilados, los españoles consumieron 182 millones de litros. Esa cifra, al menos, para las botellas con más de quince grados de alcohol. Mientras, unos 33 millones en litros bebidos se corresponden con productos alcohólicos extranjeros o de importación.

En términos más concretos, tanto el vodka como el ron reflejaron bien la caída, siguiendo con un mal rumbo ya tomado en 2017. El primero sufrió más ese descenso en volumen (del 4 %) y el segundo retrocedió 3,5 %. En cambio, la ginebra bajó un 2,2 %, menos que en el ejercicio anterior.

A pesar de las malos resultados, la parte positiva para el sector estuvo en los licores y el anís. Ambas bebidas crecieron su consumo un 2,4 % y un 4,4 %, respectivamente. También el ponche subió un 1,3 %.

Baja el consumo de alcohol en España, pero en busca «de calidad»

El responsable de FEBE ha explicado mejor esos datos del informe para asegurar que «bebemos menos pero queremos beber cada vez más algo de calidad». Por tanto, ese consumo se está enfocando hacia el lado premium de los espirituosos.

Veníamos de crecimientos consecutivos desde 2014 y, en teoría, con el incremento del turismo y la mejora económica, no deberíamos haber caído. Pero la realidad es que 2018 fue regular. Además, los primeros dos trimestres fueron los peores de nuestra historia

A parte de todo eso, otra tendencia revelada de las estadísticas se centra en el momento del consumo, incrementado durante el día en detrimento de la noche. Esta sí es una novedad sorprendente, ya que la mayor parte del alcohol se bebe en jornadas nocturnas, sobre todo por jóvenes que están de fiesta.

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