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Café Starbucks: el secreto del éxito

¿Quién no ha oído hablar de la compañía de café Starbucks? Desde que naciese en Estados Unidos, esta famosa marca se ha convertido en la franquicia líder del sector. Un negocio que aúna tradición y modernidad, y que ha sabido dar con la tecla para convertirse en todo un éxito. Te contamos todo acerca de la empresa de moda.

Empezando desde cero

En 1971, tres amigos de la ciudad estadounidense de Seattle abrieron la tienda de granos de café Starbucks, un negocio pensado para la venta al por mayor. Dicho negocio tomó el nombre del barco de uno de los personajes de la novela Moby-Dick. Visto el éxito del negocio, fue adquirido en 1986 por el empresario local Howard Schultz, que la convirtió en cafetería.

El negocio fue a más, es por eso que Schultz decidió abrir nuevos establecimientos en el entorno de la ciudad americana, resultando de nuevo todo un éxito. En 1996 se inauguró el primer local fuera de EE.UU; más concretamente en Tokio. Desde entonces, la expansión de la marca ha sido masiva. En la actualidad, existen más de catorce mil locales repartidos por los cinco continentes.

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Vaso de café Starbucks. / Fuente: M.H. Lee

La clave del éxito del café Starbucks

El café Starbucks es todo un éxito de ventas pese al alto valor de sus productos. Todo ello nace de una buena política de marketing y concepto de marca. Dicha estrategia está perfectamente estructurada. En primer lugar, una de las cosas que más cuida la empresa es el ambiente de los locales. Todos sus establecimientos están pensados para que la gente se sienta cómoda y estimule la socialización entre trabajadores y clientes.

La atención al cliente es el puntal de lanza del éxito. Nada más entrar al local, los empleados te piden tu nombre, todo con el fin de favorecer la relación entre ambos y tener una atención personalizada. Es más, cada persona recibirá su pedido con su nombre escrito en él. Por último, y no por ello menos importante, los empleados reciben una formación en la que se ahonda en el capital humano de los aspirantes.

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Local Starbucks en Nueva York. / Fuente: Metropoliabierta

Resurgiendo de las cenizas

Como la mayoría de empresas durante la crisis económica de 2008, las tiendas de café Starbucks pasaron por un bache bastante considerable. Los ingresos de la compañía se redujeron drásticamente, lo que llevó al traste la estrategia de expansión del negocio. Los responsables consideraron entonces darle un giro a la situación centrándose en lo que realmente importaba: el cliente.

Para conseguir superar el escollo, los gestores decidieron reforzar la relación entre empleado y cliente. Para ello se decidieron buscar ideas innovadoras que aumentasen la oferta al consumidor. Con esa política en mente, decidieron crear nuevas bebidas y mejorar las que ya existían. Superada la crisis, la empresa decidió continuar con sus planes de expansión, llegando a abrir alrededor de mil establecimientos en los años siguientes.

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Un empleado sirviendo dos vasos de café. / Fuente: REUTERS-Henry Nicholls

Las sombras del café Starbucks

Como todo negocio, Starbucks también se ha visto envuelto en varias polémicas. La más destacada fue hace tres años, cuando la empresa tuvo que pedir perdón tras ser acusada de racismo. Todo a raíz de la detención de dos jóvenes afroamericanos que estaban sentados en una mesa sin consumir. Los trabajadores del local avisaron a la policía acusándoles de allanar el local, omitiendo la versión de los hombres de que estaban esperando a un amigo.

En cuanto al producto en sí, los más puristas de la popular bebida destacan que el café Starbucks es de muy baja calidad, por lo cual se sirve disfrazado con diferentes toppings. Los granos de café son tostados a una temperatura más alta de lo normal, todo con el fin de producir más cantidad de ellos, por lo que el sabor resulta más amargo de lo normal. También se ha acusado a la empresa de no respetar el medio ambiente y el uso excesivo de aceite de palma.

Como ya hemos apuntado, los productos del negocio de café Starbucks tienen unos precios altos, pero también es cierto, que eso no les supone un problema. Quizás no podamos consumirlo a diario la mayoría, pero está muy bien para darse un capricho de vez en cuando. ¿Qué te parece?

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