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¿Carlos Ríos estafa con sus procesados?

¿Qué pasa con Carlos Ríos que solo sabemos de él cuando hay polémica? ¿Ha cambiado su actitud hacia los procesados? Veamos las diferentes críticas que van desde la nutrición hasta las acusaciones de sectarismo. ¡Prepárate!

¿Qué ha hecho esta vez?

El famoso nutricionista y divulgador ha sido objeto de polémica una vez más. ¿La razón?: el lanzamiento de un aceite de oliva virgen extra para untar. Sin embargo, este no es tal. Es decir, se trata de un alimento procesado que tan solo contiene un 75% de AOVE. Pero.. ¿Por qué comercializa lo que tanto criticaba?

Lo cierto es que la figura de Ríos ha vivido una evolución importante desde que comenzó a divulgar. Su premisa más básica consistía en evitar a toda costa los alimentos procesados que no nos aportan valor nutricional. De esta manera mejoraremos en gran medida nuestra salud. No obstante, no rechazaba un capricho como un bollo, por ejemplo, de vez en cuanto. La clave es mantener los hábitos saludables.

Sin embargo, más tarde comenzó a sacar al mercado sus propios alimentos. Algunos como el gazpacho o el guacamole tuvieron muy buena acogida. Es decir, son muy saludables. Sin embargo, otros sufrieron críticas bestiales. De estos destacamos la crema de cacao, con un contenido muy elevado en azúcar. Se podría considerar a este el punto de inflexión que enfrentó a sus seguidores con la comunidad nutricionista.

¿Qué opinan los nutricionistas?

Muchos han acusado a Carlos Ríos de crear una comunidad digital con métodos sectarios. Expertos como Antonio Rodríguez Estrada, fundador de sinazucar.org, aseguran que «el Carlos Ríos de 2018 boicotearía sus propios productos». Así pues, las principales críticas aseguran que se aprovecha de sus seguidores mediante técnicas de marketing mientras promueve hábitos poco saludables.

procesados
Crema de cacao de Carlos Ríos/ Fuente: realfooding.com

Por ejemplo, su infame pasta de cacao nos es igual a la Nutella. La de Ríos lleva aceite de oliva virgen extra en lugar de aceite de palma. Además, está endulzada con dátiles en lugar de azúcar. Sin embargo, sigue perteneciendo al grupo de los alimentos procesados. Por muy sanos que sean sus ingredientes, siguen conteniendo unos niveles de azúcar demasiado elevados para lo que él defiende.

Cambiar un producto industrial por otro industrial con ingredientes más naturales tampoco es una solución. Esta es la principal queja de la OCU, que le acusa de utilizar términos como «casero» muy a la ligera como reclamo. De esta manera crea la idea en su público de que puede mantener el hábito de comer, por ejemplo, bollería si es de la suya. Así no se la relega a los momentos ocasionales. En definitiva, crea una comunidad preocupada por la salud y luego les ofrece recetas mágicas y fáciles (además de caras) para saltarse los cambios en la dieta que él propone.

¿Procesados y sectarismo?

Para acabar citamos a la divulgadora de ciencia Rocío Vidal, del canal «La gata de Schrödinger» en Youtube. Su principal crítica consiste en su forma de tratar el público. Asegura que ha creado un grupo en el que prima el sentimiento de pertenencia por encima de todo y en el que él es una especie de «gurú». De esta forma, insultan con absoluta toxicidad a quienes critican polémicos productos como la crema de cacao.

También declara que les ha hecho sentir los dueños de la verdad, como si acabaran de despertar y los demás siguiesen dormidos en Matrix. Esta última es una técnica preocupante utilizada a menudo en procesos de radicalización y en sectas. No obstante, también reconoce la semilla que ha dejado en el público. Gracias a él cogió fuerza el movimiento de quienes miran la etiqueta y se piensan dos veces qué comen. También enseñó a aceptar nuestros cuerpos mientras cambiamos nuestro estilo de vida a uno más saludable. Sea como sea, Carlos Ríos seguirá siendo una figura controvertida.

 

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