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La cata del barrio de la estación de Haro

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La ‘capital del Rioja’, Haro, fue la capital mundial del vino con la celebración de la Cata del Barrio de la Estación. En este lugar se concentra el mayor número de bodegas centenarias del mundo. La cata del barrio de la estación atrajo a más de 3.500 visitantes, y la celebración del noveno Simposio de Master of Wine.

Un gran escaparate para las siete bodegas de la estación

Por tercer año estuvieron las siete bodegas del barrio de la estación. López de Heredia Viña Tondonia, CVNE, Gómez Cruzado, La Rioja Alta, Viña Pomal Bodegas Bilbaínas, Bodegas Muga y Bodegas Roda. Presentaron el pasado fin de semana un total de 14 vinos a los mayores expertos del mundo.

Fue la edición ‘más gourmet‘ de la cata del barrio de la estación. Por primera vez junto con los quesos de Los Cameros. Hubo elaboraciones de los cocineros de La Rioja, con estrellas Michelín. Nos referimos a Francis Paniego, Carlos Echapresto y Juan Angel Rodrigálvarez.

Degustación de grandes platos en la Cata del Barrio de la Estación

Los asistentes al evento pudieron degustar, junto con los vinos, migas de pastor o morros de ternera guisados. También bacalao confitado con salsa riojana, alubias pochas, rabo de toro al vino tinto y chocolate con aceite.

El presidente de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, dijo que ‘se trata de fortalecer el vínculo entre la gastronomía y el turismo para abrir La Rioja al mundo’.

Sarah Jane Evans condujo el acto

La Master of Wine Sarah Jane Evans, una de las mayores expertas del vino español. Sarah Jane ejerció de ‘Maquinista del año’ 2018. Destacó al impartir una cata magistral ante 800 personas. «Este es un sitio único en el mundo de los vinos”, afirmó.

Y para únicos, algunos de los vinos de la cata, como el que presentó Bodegas Bilbaínas. El Viña Pomal Maturana Blanca 2017 (100% Maturana Blanca). Era la primera variedad a la que se hacía mención en Rioja, en 1622. Luego, desapareció a causa de la filoxera, que fue recuperada en 2007.

Al final de la fermentación el vino se trasegó a bocoyes de roble francés de 500 litros. Se trabajó con las lías durante 4 meses antes de ser embotellado. En La Rioja hay 22 hectáreas de Maturana Blanca, uva muy complicada de cultivar. Pero que se comportó muy bien en 2017 a pesar de la helada, de ellas 0,6 en Bodegas Bilbaínas. En 2014 embotellaron por primera vez Maturana Blanca 100%.

Monopole Clásico

CVNE, que tiene en el mercado su Imperial desde 1920, presentó el Monopole Clásico. Después de que su primer Monopole fue embotellado en 1914. Se trata de un homenaje al enólogo Ezequiel García. Este trabajó en los años 50 y 60 del siglo pasado. Sus manuscritos y dibujos se encontraron en la bodega. Todo ello dio como resultado este vino con manzanilla de Sanlúcar y envejecido en botas de Jerez de Sanlúcar.

Bodegas Roda ofreció su Roda 107 de 2010 (Tempranillo, 17 meses en barrica de roble francés). Aún no está comercializado, saldrá en diciembre. También ofreció El Torre Muga 2015 (Tempranillo 75%, Mazuelo 15%, Graciano 10%). Y La Rioja Alta comercializará también a final de año su Gran Reserva 904 2009. Gómez Cruzado reivindicó los blancos de Rioja con su Montes Obarenes 2015 (85% viura y 15% tempranillo blanco).

En la cata se reunieron lo profesionales del sector del vino

El noveno Simposio de Master of Wine celebrado en Logroño reunió por primera vez en España a los mejores profesionales mundiales del sector del vino. Se apuntó como uno de los retos del sector el de los efectos que está ocasionando el cambio climático en el desarrollo de la vid. Se está comprobado que el ph y la graduación de los vinos son cada vez más altos. No obstante, intenta rebajarlos de forma natural.

El cambio climático “ya está afectando de forma clara al sector vitivinícola”, dijo Ceniceros. Este abogó por “emprender ambiciosos programas de investigación” para intentar contrarrestarlos. De cara al casi ya presente y, sobre todo, futuro, este será un tema de importancia mundial que requerirá trato constante. Los terrenos vinícolas se verán perjudicados por las modificaciones de climas y una obligada adaptación será necesaria. Al menos para subsistir en las dificultades que se avecinan de no aliviarse cada vez más esta situación insostenible incluso para la cata del barrio de la estación de Haro. 

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