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Dióxido de titanio: prohibido por tóxico

El dióxido de titanio (E171) es un aditivo alimentario que se utiliza en la industria como colorante. Los alimentos que lo contienen son chicles, pasteles, sopas, caldos y complementos alimenticios, entre otros. El pasado mes de octubre la Unión Europea prohibió el uso de este aditivo. Se aprobó así la propuesta de la Comisión Europea.

La razón de la solicitud fue la claridad del dictamen científico de la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria). Así, concluía que el E171 ya no podía considerarse seguro cuando se usa como aditivo alimentario. En concreto, debido a que no se podían descartar las preocupaciones con respecto a la genotoxicidad. La gravedad de este hecho radica en que la genotoxicidad, como su propio nombre indica, es la capacidad de determinadas sustancias de dañar directa o indirectamente al ADN y cromosomas de las células.

La seguridad de nuestros alimentos y la salud de nuestros consumidores no es negociable. Hoy, actuamos con decisión con nuestros Estados miembros, sobre la base de ciencia sólida, para eliminar el riesgo de una sustancia química utilizada en los alimentos. Stella Kyriakides, Salud y Seguridad Alimentaria.

dióxido de titanio
Dióxido de titanio/Fuente: Bon Viveur

Reglamento de la prohibición del dióxido de titanio

Aún quedaba pendiente que el Consejo o el Parlamento Europeo no adoptaran ninguna objeción antes de fin de año. Pero, no ha sido así. Ya se ha publicado en el Diario Oficial de la Unión Europea el reglamento de la prohibición del dióxido de titanio. Este entrará en vigor 20 días después. Se ha establecido un periodo de transición para eliminar progresivamente, pero definitivamente este aditivo del mercado. Así, se permitió fabricar y comercializar alimentos que contuvieran el E171 hasta el pasado 7 de febrero.

Hasta el próximo 7 de agosto estos alimentos solo podrán estar en las estanterías de los supermercados hasta la fecha de caducidad. Sin embargo, pese a sus efectos perjudiciales, se va a revisar la necesidad de que el dióxido de titanio continúe o no en la lista de aditivos alimentarios de la UE. El motivo es poder utilizarlo de modo exclusivo como colorante de alimentos. Sin embargo, se consultará a la Agencia Europea de Medicamentos.

 

 

 

 

 

 

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