Drácula vuelve en la última entrega de Hotel Transylvania. Pero…¿podrá comer ajo en esta vez? En este artículo tratamos el origen de la clásica aversión de los vampiros hacia una maravilla gastronómica. ¿Cuáles son los beneficios nutricionales que se están perdiendo? Vamos a verlo.
¿De dónde sale Drácula?
Amazon Prime estrenó la cuarta película de la saga. Hotel Transylvania 4: Transformanía vuelve a ser protagonizada por Drácula y sus amigos Frankenstein, el hombre lobo… Sin embargo, en esta ocasión todos son transformados en humanos por el cazavampiros Van Helsing. Por lo tanto, el conde pierde su inmortalidad y sus poderes pero consigue comer ajo sin problemas. Parece una tontería pero existe una historia detrás del rechazo de los vampiros al ajo. ¿Quieres conocerla?
Lo primero de todo es aclarar que Drácula viene de la famosa novela de Bram Stoker del mismo nombre. Este autor se inspiró en un noble rumano llamado Vlad Tepes. Actualmente se le considera un héroe por haber defendido con éxito a los transilvanos cristianos de los invasores turcos. Si bien esto es cierto, también lo es que lo consiguió empalando a miles de personas incluso por motivos nimios. Llegó a inspirar tal terror que incluso se le atribuye mojar el pan en la sangre de sus víctimas. ¿Pero comía ajo?
Porfiria: la enfermedad de Drácula
Este padecía porfiria eritropoyética, según los historiadores. Se trata de una enfermedad que retrae las encías (lo que resalta los colmillos, causa fotosensibilidad y acarrea anemia. Esta misma puede agravarla la ingesta del ajo o el contacto con su aroma. Así pues, Vlad III el Empalador era un hombre muy delgado y pálido con problemas de salud. La anemia porfírica se debe a una alteración de las enzimas que metalizan las porfirinas. Estas se encargan de la formación de muchas sustancias importantes en el cuerpo.
Una de estas es la hemoglobina. Esta proteína en los glóbulos rojos es responsable de transportar el oxígeno a los tejidos. Pues resulta que el disulfiro de asilo del ajo produce una destrucción del grupo «hemo». Por lo tanto, al fastidiar los glóbulos rojos, empeoraba la anemia. Sin embargo, a ti sí te convendría consumirlo (a no ser que padezcas este problema o seas un vampiro. El ajo es un excelente antibiótico natural. También posee propiedades antiinflamatorias y mejora nuestro sistema inmunológico.
¿Qué más nos ofrece el ajo?
Pero sus ventajas no acaban ahí. El ajo es un alimento expectorante. También posee antioxidantes que retardan las señales del envejecimiento. Por si fuera poco, este se trata de un excelente deportivo a la hora de eliminar toxinas. Para acabar, mencionamos sus impresionantes virtudes concernientes al sistema circulatorio. Puede reducir el colesterol malo y normalizar los niveles elevados de glucosa en sangre. ¿A qué esperas para consumirlo en mayores cantidades?
