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Cultivo hidropónico: ¿granjas verticales?

La ciencia no deja de avanzar en los sectores más necesarios para nuestra supervivencia. Cada vez son más las innovaciones que nos traen beneficios en los sectores más establecidos de nuestra sociedad. Sin ir más lejos, el cultivo hidropónico es una nueva forma de revolucionar el sector primario. ¡Te lo contamos!

El cultivo hidropónico y sus beneficios

Antes de empezar a explicar los avances que este nuevo sistema agrario supone, deberíamos concretar de qué se trata para todo aquel que no haya oído hablar de él. Esta forma de agricultura consiste en prescindir en todos los sentidos de la tierra para cultivar los alimentos. La pregunta más evidente es ¿por qué eliminar este elemento de las granjas?  Lo cierto es que existen varios motivos para ello.

El primero de ellos es para evitar varios de los problemas que las grandes extensiones de tierra pueden suponer para los agricultores. Actualmente se han desarrollado sistemas que garantizan el crecimiento y la nutrición de los alimentos cultivados que no requieren de ningún tipo de terreno. Otro motivo de peso tiene que ver con la reducción del uso de pesticidas, pues al eliminar la tierra, estos elementos dejan de ser necesarios en la inmensa mayoría de casos.

Un cultivo hidropónico de lechugas
Un cultivo hidropónico de lechugas | Fuente: Pixabay

De esta forma, los cultivos hidropónicos funcionarán manteniendo las raíces de las plantas en suspensión, absorbiendo los nutrientes de un agua enriquecida. Los soportes para las plantas pueden variar entre la corteza, la grava o la espuma, que sustituirán al terreno habitual de plantado para estos productos. Se trata de una iniciativa que cada año está cogiendo más y más fuerza.

Cada vez más países se suman

La aparición del cultivo hidropónico supone una ventaja para países que tienen problemas de espacio para el cultivo alimenticio. Este es el caso de Singapur, un país que hasta 2020 solo era capaz de producir el 8% del total de las necesidades alimentarias de sus ciudadanos. Sin embargo, el gobierno de Singapur ha decidida revertir esta situación y ha comenzado un plan que propone aumentar este porcentaje a 30 % antes del 2030.

Muestra de las raíces en un cultivo hidropónico de lechugas
Muestra de las raíces en un cultivo hidropónico de lechugas | Fuente: Pixabay

Sin embargo, el país no se podría adaptar a este cambio tan rápidamente sin la existencia de los cultivos hidropónicos. Verás, una de la principales ventajas que aporta este nuevo sistema es que no requiere de un espacio de cultivo excesivamente amplio. En Singapur, solamente el 30% del territorio disponible se encuentra sin construcciones. Además, la mayoría de estas zonas no urbanizadas son espacios montañosos o protegidos.

Ahí es donde entra el cultivo hidropónico. La forma en la que está diseñada esta variante de la agricultura tradicional permite utilizar recintos cerrados más parecidos a laboratorios que a granjas. Además, la ausencia de tierra favorece un aprovechamiento del espacio extremo, pues al no depender de grandes extensiones de terreno para plantar, el terreno necesario es menor.

El cultivo hidropónico supone un avance verde

Otro de los motivos por el que esta iniciativa puede suponer un interés relevante a los países que decidan llevarla a cabo es el beneficio medioambiental. Si volvemos al ejemplo de Singapur, al producir solo un 8% de los alimentos necesario para su población, el 92% restante debe ser importado de otros países. Esto supone un aumento considerable de las emisiones de CO2 por parte de la ciudad-estado.

Otra muestra del cultivos hidropónicos
Otra muestra del cultivos hidropónicos | Fuente: Pixabay

Al reducir el porcentaje de importación, muchos países verían reducida su tasa de emisión, lo que podría repercutir de forma positiva en sus compromisos medioambientales. Además, el ahorro de otros recursos, como el espacio al poder construir estas granjas de forma vertical, o elementos como el agua, puede resultar muy interesante dependiendo de la condición del país.

Además, las probabilidades de que el cultivo resulte exitoso también aumentan. Ya no solo porque se disminuyan los riesgos climatológicos de una granja tradicional, si no porque se puede medir con mayor precisión qué es lo que necesita cada planta. Todo esto, además, aumentando la calidad de los productos, pues ya no serían necesarios tantos químicos para garantizar su crecimiento.

¿Qué te ha parecido? ¿Conocías esta forma tan peculiar de modernización agrícola? ¿Te gustaría probar los resultados de una de las cosechas de un cultivo hidropónico?

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