La harina de trigo sarraceno lleva décadas siendo utilizada en nuestra alimentación, pero es ahora cuando está alcanzado las mayores cotas de fama. Este cereal, también conocido como alforfón, no contiene gluten, por lo que es perfecto para los celiacos. ¿Por qué te interesa comerlo?
Un pseudocereal muy preciado
Como su nombre indica, la harina de trigo sarraceno está elaborada con trigo sarraceno. Este pseudocereal, también conocido como alforfón, proviene de Asia central. No obstante, su uso se ha extendido por los cinco continentes. Originaria de Siberia, se extendió por Europa en el siglo XVI. Se cultivaba en regiones con suelos pobres y ácidos, principalmente en Francia, Rusia y en la comarca catalana de La Garrocha.
Se le denomina pseudocereal debido a que no es un grano, es una semilla. Pese a que es familia del trigo común, no tiene nada que ver con él. Eso sí, su uso en alimentación es muy similar. Además de en la gastronomía, era muy común utilizar este producto en la elaboración de cataplasmas para tratar enfermedades. En Japón se lleva utilizando décadas para la fabricación de almohadas y colchones.
Aliado contra enfermedades
Las personas celiacas tienen un aliado en el trigo sarraceno debido a que no tiene gluten. Esta circunstancia ha sido fundamental para convertir la harina de trigo sarraceno en un alimento muy difundido. Al igual que ocurre con alimentos como la avena, posee un índice glucémico bajo. Esto quiere decir que es de gran ayuda para regular la liberación del azúcar en sangre, perfecto para personas con diabetes.
Como en la antigüedad, en la actualidad se utiliza el trigo sarraceno para tratar enfermedades. Las semillas del trigo sarraceno son muy ricas en flavonoides, ideales para tratar problemas circulatorios, hemorragias renales e inflamación de las varices. En la medicina popular se utiliza como infusión para tratar problemas como la anemia.
Los beneficios de la harina de trigo sarraceno
La harina de trigo sarraceno, como ya hemos apuntado, cuida de nuestra salud cardiovascular. Aporta un índice elevado de fibra y Omega-3, lo que reduce el colesterol malo en sangre. Esta fibra también ayuda a regular una absorción lenta de los azúcares. Esto provoca una sensación de saciedad y regula el tránsito intestinal, evitando así el estreñimiento. Gracias a los carbohidratos y vitaminas, está recomendada para el cansancio.
El trigo sarraceno contiene proteínas y aminoácidos esenciales para nuestro cuerpo. Destaca su aporte en lisina y metionina, fundamentales para el crecimiento del metabolismo. Debido a los niveles de proteínas existentes en este pseudocereal, es ideal para dietas vegetarianas. En este tipo de dietas, los alimentos con proteínas brillan por su ausencia. Para las personas intolerantes o alérgicas al arroz es un alimento sustitutivo, ya que aporta unos nutrientes similares.
Un ingrediente para elaborar infinidad de platos
La harina de trigo sarraceno es un ingrediente muy versátil con el que hacer una infinidad de platos, sobre todo repostería. Sin duda, el más elaborado es el pan. Se trata de un alimento que aporta los nutrientes de un pan normal, pero que a su vez incluye los beneficios de la semilla sarracena. Por lo que es ideal para las personas celiacas. Posee más grasa que el trigo normal, pero es más ligero debido a la ausencia de gluten.
El sabor de este pan varía dependiendo de si la semilla es tostada o germinada, aunque su gusto siempre es intenso. Si es la primera vez que lo pruebas, es posible que no te guste, como con los panes integrales o el de centeno. Aunque se puede comer acompañando platos dulces y salados, es recomendable tomarlo en el desayuno, sobre todo coronado con aceite de oliva, aguacate o mermeladas.
Ahora sabes más acerca de la harina de trigo sarraceno. Un alimento con múltiples beneficios para nuestro cuerpo y un aliado de la gastronomía. La próxima vez que veas este alimento no dudarás en adquirirlo y sacarle todo el partido que ofrece. ¿Te atreves a pasarte al trigo sarraceno?
