Es un pseudocereal, no contiene gluten y sí proteínas de alto valor biológico, al tratarse de un cultivo natural en creciente auge también porque así lo está demandando el mercado actual. El trigo sarraceno para celíacos es una interesante alternativa que puede aprovechar este colectivo con un producto nutritivo y saludable. Además, en comunidades autónomas como Andalucía, entre programas e investigaciones, se quiere mejorar su ampliación a nuevas variedades de gran calidad. En la cocina, estos granos con forma triangular se pueden consumir cocidos o directamente crudos. Nacen de unas flores blancas que decoran grandes extensiones de campo. A continuación te contamos mucho más sobre este fruto.
Origen y cultivo
Desde el siglo X lleva creciendo el trigo sarraceno para celíacos en la lejana China, proporcionando un grano incluido en variedad de recetas asiáticas. Pero, al igual que otros productos orientales, más tarde se fue extendiendo hacia Europa y Rusia, además de instalarse en el Tíbet o la India. Ya a partir del siglo XVII recaló en Estados Unidos, tras ya haberse asentado en países como el nuestro. Comunidades como Aragón o Andalucía tienen campos de este cultivo en auge. Actualmente, está en marcha un proyecto de mejora para la adaptación de esta planta a las condiciones climáticas y terrenales andaluzas. Pues cabe destacar que es resistente tanto al frío como a la sequía, siendo muchas veces puesto como segunda cosecha.
Aunque rinde mejor en zonas muy elevadas, si en la parcela agrícola no se producen heladas durante un breve período, también vale. Además, las flores blancas que caracterizan a esta planta ayudan a atraer a los insectos que polinizan como las abejas para la producción de miel. Así pues, el cultivo de trigo sarraceno alcanza una altura de entre 0,16 y 1,3 metros, desplegando unos tallos rojizos o verdes. En la parte superior, la flor puede ir del blanco al tono más rosado. En cuanto al crecimiento, es de corta duración: normalmente se siembran las semillas en verano mientras la cosecha se produce en otoño. No es una plantación muy productiva, algo que repercute en su elevado precio de mercado.
Otras características de esta planta herbácea relacionada con el ruibarbo o la acedera tienen que ver con su contribución a fijar los suelos, controlando así las erosiones. En consecuencia, es especialmente resistente a terrenos de baja calidad o arenosos.
El interesante trigo sarraceno para celíacos
Realmente no es un cereal de la familia del trigo, el centeno, la cebada o la avena, sino que pertenece al grupo de los herbáceos. Incluso tiene más propiedades que esos cereales tradicionales. Pero antes de abordar lo que aporta al comensal, cabe recordar que es un producto rentable para el agricultor y beneficioso para el entorno. Un bajo coste de producción unido a su corto ciclo de unos dos meses, además de su aprovechamiento en la misma campaña agrícola como segundo cultivo, lo convierte en ideal. Así, el trigo sarraceno para celíacos es una gran oportunidad de negocio. Desde la Junta de Andalucía ya han animado a los productores a aprovecharla.
Por un lado está el trigo sarraceno común y por otro el tártaro, que ofrece unas semillas más amargas y ricas en compuestos fenólicos si se compara con el primero. En ambos casos, su pequeño grano es triangular. Posee almidón resistente en su parte más externa, mientras su interior contiene variedad de propiedades. Destacan las proteínas, los aminoácidos y los minerales manganeso, magnesio, fósforo e incluso cobre. También, en similitud a los verdaderos cereales, aporta alto porcentaje de fibra. No faltan tampoco las vitaminas B1, B2 y B6.
Beneficios para la salud y uso culinario
Entre sus beneficios saludables están la mejora del sistema cardiovascular, así como minimizar el desarrollo de colesterol alto y triglicéridos. Así, ayuda a controlar el azúcar en sangre, además de evitar que aparezcan cálculos biliares. También sacia después de comer trigo sarraceno para celíacos y es antioxidante. Todas estas ventajas pueden ser aprovechadas al comer alimentos con harina de este pseudocereal en galletas, panes o pastas. Un buen ejemplo está en la siguiente receta: fideos de este trigo salteados con verduras.
Disfruta comiendo sin gluten con el trigo sarraceno para celíacos, disponible a la venta en supermercados como Mercadona, Alcampo o Carrefour. ¡Porque variar entre los grandes productos que ofrece la naturaleza siempre es sinónimo de éxito!