Existe un mito muy clásico: decir que el alcohol calienta el cuerpo. Pero nada más lejos de la realidad. Las bebidas alcohólicas no tienen ningún efecto calentador. Al revés, pueden llevar incluso a ser las causantes de hipotermias. ¿Quieres saber más? Aquí te explicamos su falsedad.
La ciencia dice que el alcohol no calienta
Son muchas las fake news o mitos que nos rodean. Muchas veces, hasta parece que se convierten en verdaderos por la cantidad de veces que se repiten. Una de estas fábulas es la de que las bebidas alcohólicas calientan el cuerpo. Cuando te planteas el cómo se ha podido llegar a esta falsa conclusión, te puedes remontar a Rusia. Donde es fácil imaginar a varias personas con un vaso de vodka rodeadas de nieve y hielo. Entonces relacionas su capacidad de sobrevivir esas condiciones climáticas con la bebida que consumen.
La ciencia se ha encargado de desmentir a lo largo de la historia que las bebidas alcohólicas logren subir la temperatura central del cuerpo. Para ello han realizado multitud de pruebas cuyos resultados corroboran está negación. No obstante, muchos individuos aseguran que notan un calor muy agradable al beber. Pero solo es una ilusión. De hecho, la teoría científica asegura que el alcohol puede llegar a aumentar las probabilidades de sufrir una hipotermia.
Un estudio del Instituto de Medio Ambiente del Ejército de Estados Unidos ha concluido que el alcohol anularía los reflejos que producen los escalofríos. Y, es que, cuando nuestro cuerpo comienza a enfriarse es muy común que se produzcan temblores y escalofríos. Podemos llegar a pensar que se trata de una reacción sin más. Sin embargo, se trata de un reflejo humano muy inteligente. Es una reacción natural a partir de la cual el cuerpo intenta mantener y elevar nuestra temperatura. El alcohol reduciría esta capacidad de guardar el calor corporal.
El alcohol altera el proceso de equilibrio de temperatura
La ciencia tiene las ideas muy claras respecto a las bebidas alcohólicas y asegura que el alcohol no es recomendable en ninguna situación. No solo corta las reacciones corporales para mantener el calor, sino que también juega un papel importante en la sangre. La sangre fluye por nuestro cuerpo transportando nutrientes y oxígeno. Asimismo, asume la función de distribuir el calor corporal, aunque en esta función intervienen otros órganos también. El principal la piel donde se encuentran las glándulas sudoríparas.
Cuando comenzamos a sentir frío es porque la sangre fluye desde las partes más externas del cuerpo hacia los órganos internos. En este momento, los receptores de la piel avisan al cerebro de que estamos teniendo frío. De tal manera, justo este proceso es el que evita el congelamiento. Ya que produce el aumento de la temperatura interna. Pero ¿en qué afecta las bebidas alcohólicas? El alcohol produce al cuerpo el efecto contrario.
El alcohol es una sustancia que dilata los vasos sanguíneos de nuestro cuerpo. Concretamente, los pequeños capilares que hay debajo de nuestra piel. Así, la concentración de sangre aumenta en estos conductos. Es decir, la sangre fluye de los órganos a la piel. Llevando consigo los nutrientes, el oxígeno y, la temperatura. Ósea, que lo que produce el alcohol es alterar a la inversa la función rutinaria de nuestro organismo. Evitando así el aviso de enfriamiento y consigo el equilibrio de la temperatura corporal.
Entonces ¿por qué al consumir bebidas alcohólicas tenemos más calor?
Al beber sentimos más sensación de calor debido a que los receptores de la temperatura de la piel informan al cerebro de que la temperatura ha subido. Las personas que han consumido bebidas alcohólicas experimentan calor e, incluso, sudan. Sin embargo, todas estas sensaciones son engañosas. Cuando la sangre se sitúa cerca del exterior del cuerpo y el ambiente es frío, se pierde todo el calor rápidamente. Es por esta razón por la que el alcohol lejos de calentar el cuerpo aumenta las probabilidades de sufrir una hipotermia.
@enfermerojorgeangel
Vivimos alrededor de muchísimos mitos relacionados con los alimentos, bebidas, costumbres, etc. Pero es muy importante saber cuáles son verdad y cuales, por el contrario, son mentira. Esta diferencia puede, incluso, comprometer nuestra salud. ¿Y tú? ¿alguna vez has consumido alcohol para “entrar en calor”?
