La leche en polvo es una alternativa que cada vez va ganando popularidad entre los consumidores. Muchas personas han decidido dejar los lácteos tradicionales y se han pasado a esta alternativa tan llamativa. Pero… ¿esto por qué ha ocurrido? ¿y qué beneficios tiene la leche en polvo frente a la normal? ¡Nosotros te lo contamos!
¿Qué es la leche en polvo?
Seguramente hayas oído hablar de la leche en polvo en más de una ocasión. Incluso es probable que la hayas visto expuesta en algún supermercado. Sin embargo, muchas personas ignoran si se trata de algún tipo de componente dietético o si atiende a las necesidades nutricionales de grupos concretos de personas. La realidad, no obstante, es bastante intuitiva.
La leche en polvo no es más que leche deshidratada. Sí, la misma que añades al café o te tomas por la mañana para desayunar, pero sin agua. Leche de vaca normal, con la peculiaridad de encontrarse en estado sólido frente a la tradicional bebida líquida a la que estamos más acostumbrados. Pero, entonces, ¿por qué la gente se pasa a tomar esta variante en lugar del refrescante zumo de vaca tradicional? ¿Qué es lo que diferencia a ambas?
Para empezar, la leche en polvo conserva mejor los nutrientes esenciales de los lácteos. El calcio y las proteínas de la leche se mantienen concentrados en esta sustancia, en lugar de diluirse con el agua de manera natural. Además, las variantes de este alimento deshidratado permiten que cumplan las necesidades de las personas que requieran un tipo de lácteo en concreto. Puede ser 100% desnatada, apta para celiacos o personas que no toman azúcar.
¿Y cual es la gran diferencia?
Aparte de los elementos ya mencionados, la leche en polvo tiene una serie de benéficos extra frente a su vertiente líquida que tal vez te interese tener en cuenta. En primer lugar, está el factor de conservación. Mientras que la leche en polvo puede mantenerse en perfecto estado durante meses, la leche líquida conserva sus nutrientes alrededor de 7 días únicamente. Esto es un factor a tener en cuenta siempre que queramos priorizar la durabilidad del producto.
En la misma línea, al estar deshidratada no perderá sus nutrientes al abrirse, cosa que si ocurre con la leche de toda la vida. Además, cuenta con una serie de propiedades saludables que siempre suman al valor nutricional del producto. Un ejemplo de esto es su alto contenido en vitaminas y en los minerales solubles que contiene (cómo el calcio o el fósforo).
La leche en polvo también es rica en minerales como el potasio, necesario para que el cuerpo controle el nivel de estrés. Además, ayuda a mantener el ritmo cardiaco estable, con lo que mejora la circulación en sangre. También es rica en yodo y en fósforo, los cuales nos ayudan a regular el colesterol y a aumentar nuestras funciones cerebrales. Así que no debes preocuparte si has empezado a utilizar este tipo de leche. No vas a perder nutrientes por ello.
Algunos usos de la leche en polvo
La leche en polvo no se utiliza únicamente como sustituto de la leche líquida. La panadería, repostería, confitería o la elaboración de platos preparados también son varios de los beneficiados de la existencia de este producto. De forma casera, uno de los usos más populares es para la preparar leche condensada casera, así como yogures o helados artesanos.
La leche en polvo es un emulsionante y estabilizante natural que, además, enriquece todo aquello en lo que la incorporemos. Es ideal para las recetas de cocina en las que no se puede incorporar la leche líquida pero queremos que proporcione su sabor. Hay gente que incluso la espolvorea sobre galletas para aderezarlas. Además, el hecho de poder encontrarla desnatada hace de este producto una variable muy interesante para las dietas.
Sin duda se trata de una forma muy interesante de tomar leche. Sus propiedades nutricionales la conviertes en una alternativa a muchas de las sustancias a evitar en determinados platos o situaciones.
¿A ti que te ha parecido? ¿Conocías los beneficios que la leche en polvo te puede otorgar?