La India, conocida por su rica diversidad cultural y gastronómica, ofrece una amplia variedad de panes que complementan sus exquisitos platos. Entre los más populares se encuentran el roti, el chapati y el naan, cada uno con su propia historia y técnica de preparación única.
El roti es un pan plano sin levadura elaborado con harina de trigo integral. Es un componente básico en la dieta diaria de muchas familias indias y se cocina en una sartén caliente. Su simplicidad y versatilidad lo convierten en un acompañamiento ideal para platos tradicionales como dal (lentejas) o sabji (verduras).
Chapati es de los panes más conocidos de la India, similar al roti, es también un pan integral pero suele ser más delgado. Se cocina en una plancha caliente y se hincha ligeramente durante la cocción. Es una opción ligera y saludable que se disfruta en todo el país.
Un favorito ampliamente conocido es el naan, un pan más esponjoso y elaborado con harina refinada. A diferencia del roti y el chapati, el naan se cocina en un horno tandoor, lo que le confiere una textura única y un sabor ligeramente ahumado. Puede servirse con mantequilla, ajo o queso, y es un acompañamiento común para platos más indulgentes como el curry.
Además de estos panes básicos de la India, hay variedades regionales que añaden aún más dimensión a la escena del pan indio. El paratha, por ejemplo, es un pan relleno que puede contener patatas, espinacas, queso o diversas especias. Su capa exterior crujiente y su relleno sabroso lo convierten en una deliciosa elección.
Los panes indios no solo son una parte fundamental de la dieta diaria, sino que también reflejan la diversidad culinaria y cultural del país. Ya sea disfrutando de un roti con dal en el norte de la India o saboreando un naan con curry en el sur, los panes indios son una experiencia sensorial que realza cada comida. La próxima vez que te encuentres explorando la cocina india, no dudes en probar estos deliciosos panes que han conquistado los corazones y los paladares en todo el mundo.
