¿Que por qué comer sandía? Existe una gran variedad de respuestas posibles. Algunas personas lo harán por el sabor, otras para refrescarse. Sin embargo, ¿sabías algo sobre los beneficios que aporta a la salud? No te preocupes, leyendo este artículo saldrás de dudas de una vez por todas. ¿Puede ser buena para el corazón? Sigue leyendo y te darás cuenta de que la sandía es mucho más que agua.
Cómo nos gusta lo que nos encanta
Llega el verano y con él la fruta estival. Algunas como el melocotón, la cereza o el melón se agolpan en las estanterías. Sin embargo, este último es el protagonista junto a otra fruta similar en cierta manera. La sandía le gusta a los más grandes y a los más pequeños de la casa. Resulta frecuente ver a un niño montando un escándalo por no quere comer brócoli. Sin embargo, la sandía les suele gustar. Además gusta tanto en España que tan solo en 2020 se produjeron 1.268,4 toneladas de esta fruta.
Según Cute Solar, empresa dedicada a los invernaderos solares, España exporta ocho de cada diez sandías. Estas empiezan a recolectarse a finales de abril y la producción se mantiene hasta comienzos de julio. Una vez cosechadas van a parar a las tiendas de toda Europa, sobre todo Alemania, Francia y Reino Unido. En el caso español, las más consumidas son la negra, la rayada y la mini. Muchos optan por comprarla sin pepitas ya que es más fácil de comer. Esta razón la hace atractiva para los niños.
¿Por qué comer sandía? Beneficios nutricionales
Una de las razones es porque mejora tu salud cardíaca. Posee una sustancia llamada citrulina que se transforma en arginina. Ambas son aminoácidos que favorecen el flujo sanguíneo al mantener la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos. Otra es que puede venirte de lujo si lo que quieres es bajar de peso. El motivo es su bajo contenido en grasa y en calorías (treinta por cada cien gramos). A pesar de ello te aportará nutrientes. Es muy fácil de llevar cortada en un tupper y la puedes tomar a modo de tentempié.
Si aún te preguntas por qué comer sandía, no te preocupes y sigue leyendo. Otro buen motivo puede ser porque te ayuda a subir los niveles de energía. No en vano, contiene magnesio y vitamina B6. Por no mencionar que es un excelente antiinflamatorio, al igual que el jengibre. Además de la mencionada B6, también contiene B9, A y C. Estas refuerzan tu sistema infmunitario. LA C, por si fuera poco, dificulta la la formación de radicales libres asociados al desarrollo del cáncer.
¿Necesitas más razones para comer sandía?
Podemos hacer referencia asimismo a la capacidad hidratante que posee. No olvidemos que está formada por un noventa y dos por ciento de agua. Posee también electrolitos. Además es capaz de ayudar a la regeneración de la piel. Las enzimas que participan en la generación de colágeno, componente de la cicatrización, necesitan vitamina C para funcionar. Incluso podemos hablar de su contenido en lipucoceno. Probablemente no te suene a nada este nombre. Sin embargo, es un gran aliado a la hora de mantener unos huesos sanos y fuertes.
También es rica en potasio. Este ayuda a retener el calcio en el cuerpo, lo cual puede beneficiar a nuestros huesos. Su efecto diurético aumenta el flujo de orina y proteje los riñones. Esto es clave a la hora de eliminar el amoniaco del hígado. También posee gran cantidad de betacarotenos. Estos pigmentos son transformados en vitamina A por el organismo, lo cual ayuda a la vista.
¿Solo salud?
Para qué hacer referencias a la salud cuando podemos hablar de lo rica que está. A pesar de que utiliza sobre todo de postre, también puede ser buena idea emplearla en ensaladas con queso fresco. En cuanto a postres; también la puedes usar para preparar sorbetes, helados o zumos. Hay quienes incluso preparan tapas cortando la sandía en prismas y colocando por encima una anchoa sobre lechuga. Algunos la prefieren en macedonia y otros se ponen más creativos. Menos mal que para gustos están los colores. ¿Y tú? ¿Por qué comerías sandía?
