¿Has oído alguna vez hablar del burgol? Si no lo has hecho, no te preocupes, te contamos todos los detalles acerca de este alimento que proviene del trigo, y que a veces es confundido con el cuscús. Un cereal lleno de propiedades y muy versátil que nos ha proporcionado la gastronomía árabe.
¿Qué es el burgol?
El burgol (o bulgur) es un alimento muy popular de la cocina árabe que se obtiene del trigo. Elaborado a partir de distintas variedades de este cereal, los granos tiernos se cuecen y se dejan secar durante varios días. Posteriormente se machacan hasta reducirlo a fragmentos y se tamizan. De su elaboración podemos obtener tres distintas variedades: grueso, fino y muy fino.
La forma de cocinarlo es muy similar al cuscús o el arroz. Cada variedad tiene su tiempo de cocción. Además, si lo pones en remojo la noche anterior, no es necesario cocinarlo, ya que la humedad que absorbe lo hace comestible. Hasta hace poco este alimento solo se podía encontrar en comercios especializados, tales como herbolarios, pero en la actualidad está disponible en cualquier establecimiento de alimentación.
Un alimento versátil
El burgol es un alimento versátil que podrá ser usado en cualquier receta. Cuando lo vemos por primera vez se nos va a venir a la cabeza el cuscús. Aunque son muy similares en aspecto, son cosas diferentes. El primero se obtiene tras la cocción y el posterior secado de los granos de trigo. En cambio, el segundo se obtiene a partir de la sémola de trigo duro. Esta se muele hasta conseguir una harina, que tras amasarla con agua, se transforma en un producto granulado.
Muy utilizado en la gastronomía de Oriente Medio, sobre todo en Líbano, donde es uno de los alimentos por excelencia, se pueden elaborar infinidad de platos con él. El más conocido es, quizás, el Tabbouleh, una rica ensalada de cereales y hierbas aromáticas. Al occidentalizar su uso, lo podemos utilizar en cualquier preparación de nuestro recetario, ya que es un alimento que casa con todo.
Propiedades y beneficios del burgol
Uno de los asuntos más interesantes de este producto es que, aunque haya sido precocido y secado, mantiene alrededor del 90% del salvado. Gracias a esto, se conservan todos los nutrientes de este alimento. Este ingrediente es una magnífica fuente de fibra, lo que le hace esencial en dietas para perder peso o mantener la línea. Si lo comparamos con el arroz integral, una ración de este último contiene más grasa y calorías que el burgol.
Igualmente, contiene minerales como potasio, calcio y vitaminas A, B, K y E. Además, destaca por ser rico en carbohidratos, lo que le convierte en un alimento apto para deportistas. A su vez, permite controlar los niveles de azúcar en sangre y es un aliado para enfermos con cardiopatías. Por otra parte, debido a que mantiene la composición nutricional del trigo, no es apto para personas celiacas.
Un poco de historia
Aunque es poco conocido en la cultura occidental, se trata del cereal más usado en el norte de África y Oriente Medio. Aun así, hay constancia de su uso por las civilizaciones romanas e israelitas, e incluso es nombrado como arisah en la Biblia. Hay diferentes estudios que afirman que el burgol, o alimentos elaborados de la misma forma, podría haber sido el primer alimento procesado de la humanidad, ya que hay constancia de su uso desde hace cuatro mil años.
A lo largo de los siglos, su uso se ha circunscrito a esos territorios, pero en las últimas décadas ha pegado un acelerón. Como ya hemos comentado, se puede adquirir ya en cualquier establecimiento. En los últimos años, cocineros de la talla de Alain Ducasse o Juan Mari Arzak han comenzado a descubrir la versatilidad de este producto, haciéndolo cada vez más conocido.
Como hemos visto, el burgol es un alimento rico y versátil. Un ingrediente fácil de utilizar y que da grandes resultados. Para terminar, decir que se conserva en un lugar fresco y seco, pudiendo congelarlo y usarlo cuando tú quieras. Ahora que sabes más, ¿vas a descubrirlo?
