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Cómo descongelar bien el pan, la técnica ideal

Es una de las prácticas más habituales en las casas españolas, pero no siempre se lleva a cabo correctamente. ¿Sabes tú cómo descongelar bien el pan? Quizás esta pregunta te resulte tan fácil de responder que te plantees por qué estamos ofreciéndote un artículo sobre este asunto. No es baladí, pues muchas personas desconocen la técnica perfecta para disfrutar de este alimento de panadería tras su paso por el congelador. Si eres de esa gente, ¡te interesa lo que te vamos a explicar a continuación!

Los secretos del pan

El principal problema que puedes encontrarte con tu pan descongelado lo compruebas tanto en su sabor como en su textura, dos aspectos que no tienen punto de comparación con el producto recién comprado. Si metes las barras en tu congelador y al cabo de un tiempo las sacas para consumirlas, es posible que descubras una consistencia más de chicle e incluso un gusto muy pobre o contaminado. Esto se debe a que no has sabido ni congelarlo ni descongelarlo como mandan los expertos.

cómo descongelar bien el pan
Barra de pan campesina / Foto: Iván Sevilla

Pero antes de entrar en esa materia, hablemos del alimento porque su composición influye mucho en ese proceso. Esto sí que te suena seguro. El pan normal, el de toda la vida (pues a día de hoy existen bastantes tipos diferentes) está elaborado con harina, agua, sal y levaduras. Su primer ingrediente contiene gluten -proteína muy elástica que puede retener el gas formado por efecto del último elemento (levadura)- que permite dar su habitual textura al producto.

Pero la harina también tiene almidón, que absorbe agua mientras se cuece el pan, además de controlar su humedad. Este componente está formado por las moléculas amilopectina y amilosa. Esta última participa en la denominada retrogradación, que vuelve compacta la masa, favoreciendo la mejor absorción del agua. Pero la clave está en la humedad porque no toda su estructura tiene la misma: la miga interna es más blanda y húmeda, mientras que la corteza exterior queda seca y crujiente. Esto, por supuesto, una vez ha salido el producto del horno elaborado.

Barra de pan / Foto: Iván Sevilla

Cuestión de humedades

Una vez que has comprado las barras, si finalmente no las consumes todas, debes saber cómo descongelar bien el pan. Aunque para ello debes entender primero qué sucede en la congelación, cuando el agua se convierte en hielo. Normalmente, este proceso se da de forma lenta en los congeladores de casa, donde los cristales de hielo que van apareciendo son más grandes. Esto provoca cambios en textura y sabor del alimento. Además, el frío extremo intenta igualar las humedades tanto de la miga como de la corteza.

Pero el problema es que después sucede eso mismo e incluso se acelera durante el descongelado. Ahora bien, ¿qué ocurre? Que el pan va absorbiendo el agua desde la zona más húmeda a la más seca y provoca una rehidratación del gluten. Entonces la textura se queda gomosa, no crujiente. Por suerte, esto tiene cierta solución si sabes cómo descongelar bien el pan, que es lo más importante, aunque el primer paso igualmente tiene su miga, nunca mejor dicho.

Consejos para una buena congelación

Así que a la hora de meterlo en el congelador debes saber que es mejor hacerlo más pronto que tarde tras comprar el producto. Es decir, no esperar varios días a que esté un tanto duro. Por otro lado, debes cubrir bien la barra con alguna bolsa de plástico, envase ajustado o hermético incluso sin que quede aire en su interior. De esta forma, evitas que el pan se contamine de otros aromas de productos congelados y también lo proteges de posibles quemaduras por frío. ¡Presta atención a este paso para no congelar más las barras directamente sin ningún envoltorio adecuado!

Lo que consigues es conservar las propiedades nutritivas del alimento, al menos, durante el poco tiempo que esté a tales temperaturas. No es recomendable que esté así durante más de un mes y en ningún caso más de tres meses porque ya sí que se queda muy perjudicado. Lo mejor es ir gastando a los pocos días del congelador.

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Pan congelado / Foto: Iván Sevilla

Y ahora sí, ¿cómo descongelar bien el pan?

La técnica más importante de todo este asunto está aquí. ¿Cómo descongelar bien el pan para mantener su buena consistencia (no de chicle) y que su sabor sea notable (nunca igual que al comerlo recién comprado)? La mejor opción es el horno, aunque debes tener cuidado con el tiempo porque, si te pasas un poco, al morderlo después, las migas inundan tu mesa. Es decir, que se deshace bastante con cada bocado o al cortar trozos. Obviamente logras que esté crujiente pero demasiado. Lo mejor es controlar bien su temperatura (180° máximo) y dejarlo el tiempo que estimes según su tamaño.

Así que otra opción, la que nosotros te recomendamos, es descongelar a temperatura ambiente, pero muy importante que lo mantengas en una bolsa adecuada. Puedes ser de plástico, la misma que has usado en la congelación. En cualquier caso, no debes dejarlo al aire libre porque se queda duro. Solo puedes sacarlo de su envoltorio cuando ya han pasado unas horas en ese proceso de descongelado, que es mejor si se lleva a cabo con tiempo y no con prisas. Cuando lo necesitas casi de inmediato, se puede recurrir al horno pero con el riesgo comentado antes.

tostadora de pan con barra
Pan y tostadora / Foto: Iván Sevilla

En definitiva, esto debes saber sobre cómo descongelar bien el pan para disfrutar de él sin que esté muy mermado en textura, propiedades y sabor. ¿Qué técnica sueles usar tú? ¿Conoces otra que te resulte mejor?

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