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Contaminación cruzada: colmo de la celiaquía

Todos sabemos qué es la celiaquía. Sin embargo, desconocemos uno de sus grandes obstáculos: la contaminación cruzada. Como bien sabemo, los celíacos no pueden ingerir gluten en su dieta. Esto significa que deben seguir una planificación de comidas muy estricta. Y, en la mayoría de los casos, sus esfuerzos se ven truncados cuando comen fuera de casa. Por ejemplo, en un restaurante. Un alimento que no tiene gluten puede contaminarse por estar en contacto con otro que sí lo tenga o bien, por usar los mismos utensilios de cocina con ambos y que no se limpien adecuadamente. Seas celíaco o no…¡Sigue leyendo! Te interesa.

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Celi&Go y la contaminación cruzada

Celi&Go es una empresa pionera que fabrica productos para poder cocinar evitando el gluten y otros alérgenos. Esta compañía lanzó al mercado unas bolsas patentadas cuyo objetivo es evitar la contaminación cruzada. Compuestas por un material muy resistente al calor estas bolsas permiten conseguir un resultado espectacular, ya que además poseen propiedades antiadherentes.

De esta manera, la persona que sufre celiaquía en cuestión puede salir de muchos apuros cuando coma fuera de su casa. Por ejemplo, si va a casa de un amigo a cenar. Como es lógico, si en la familia no hay ningún celíaco, en la casa no habrá ni dos hornos ni dos tostadores. No obstante, podrá utilizar una de sus bolsas para cocinar en el horno de su amigo con total seguridad de que sus alimentos no se contaminarán. Las bolsas además son reutilizables y es mil veces más cómodo que llevar un tostador portátil.

Contaminación cruzada
Bolsa para tostadora/ Fuente: Celi&Go

La empresa ha revelado datos muy relevantes procedentes del II Estudio de Hábitos de las Personas con Celiaquía en Vacaciones. El 50,8% de los encuestados (más de 500 personas) se han contaminado durante las pasadas vacaciones. Los datos de la encuesta apuntan a la contaminación cruzada como el principal problema fuera de casa

Estos datos nos muestran que es imprescindible seguir trabajando para que la hostelería entienda que incluir platos sin gluten implica trabajar con mucha información, formación y responsabilidad. No puede haber contaminación cruzada si queremos trabajar con el colectivo celiaco. Víctor Oliva, CEO de Celi&Go

La enfermedad celíaca

La celiaquía es una enfermedad crónica autoinmune cuyo único tratamiento es una dieta sin gluten para toda la vida. Muchas de las personas son diagnosticadas en su edad adulta, de hecho, es entre 4 y 6 veces más frecuente en adultos que en niños. Por tanto, la forma de vida de las personas cambia drásticamente cuando empiezan a convivir con la enfermedad.

En primer lugar, no puedes comer en cualquier bar o restaurante. No es pedirse platos que no lleven gluten y ya. Es pedirse platos que no lleven gluten y, que además hayan sido elaborado con utensilios de cocina totalmente higienizados o únicamente utilizados para cocinar y manipular alimentos sin gluten. Por el contrario, los alimentos serán contaminados y la salud de la persona celíaca correrá riesgos, aunque haya comido alimentos sin gluten. Ojo, no es tan fácil encontrar restaurantes que transmitan confianza y que estén certificados. Y es que además, la mayoría se encuentran en las grandes ciudades…

 

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Otro de las grandes transformaciones en la vida de los celíacos es el gasto en comida. Existen alimentos que de por sí no llevan gluten, pero otros deben ser elaborados específicamente para cumplir esta característica. Y, son bastante más caros. El ejemplo más claro es el pan. En el Carrefour el pan sin gluten de la marca del supermercado tiene un coste de 2,59 euros. Mientras, el pan con gluten de la misma marca cuesta 0,93 euros. Una diferencia abismal. Los datos son claros. Según FACE (Federación de Asociaciones de Celíacos en España) la cesta de un celíaco es 1.300 euros más cara que la de una familia sin celiacos.

¿Qué puede hacer el resto?

Por tanto, es obvio que el mundo de la hostelería debe ponerse las pilas. Está claro que ha mejorado en los últimos años y eso es innegable. Pero, aún le queda un largo camino por recorrer. Celi&Go, así como otras empresas dedicadas a la causa, ha aportado una gran solución. Sus bolsas patentadas ayudan a los celíacos a mejorar su calidad y estilo de vida. Todos debemos comprender la enfermedad y a quienes la padecen. Si algún día alguien con celiaquía les da a probar su tostada, simplemente sonrían y digan que sabe prácticamente igual que vuestro pan. Le motivarán.

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