¿Por qué preocupa tanto la deforestación importada a la UE y qué hace para frenarla? Descubre el nuevo reglamento que ha aprobado su Parlamento. ¿Dejarán los países europeos de pagar por arrasar con los bosques de otros continentes? ¡Vamos a verlo!
La preocupación sobre el abuso de los ecosistemas por parte de las multinacionales está cada vez más presente. Esta se trasladó al Parlamento Europeo el pasado 13 de septiembre en una votación histórica. 453 votos a favor dieron el visto bueno a la propuesta de legislación sobre deforestación importada que la Comisión Europea presentó en noviembre de 2021. 57 votaron en contra y 123 se abstuvieron.
¿Qué implicaciones tiene la decisión?
Los principales puntos del Reglamento son los siguientes:
• Incluir también la carne de cerdo, de oveja y cabra, las aves de corral, el maíz, el caucho, el carbón vegetal y los productos de papel impreso en el ámbito de aplicación del Reglamento. Aquí va también el cuero, el producto por el que más se deforesta.
• Obligar a las instituciones financieras a que estén sujetas a requisitos adicionales para garantizar que sus actividades no contribuyen a la deforestación.
• Adelantar la fecha de aplicación retroactiva del Reglamento un año, al 31 de diciembre de 2019, frente a la posición del Consejo de la UE de retrasarla a finales de 2021.
• Reforzar la dimensión de derechos humanos y los derechos de los pueblos indígenas, exigiendo el cumplimiento de las normas internacionales de derechos humanos y no solo de las leyes estatales sobre derechos de la tierra.
Esta legislación, de aprobarse definitivamente, obligaría a las empresas a verificar sus productos vendidos en la UE. Lo que busca es comprobar que no han sido producidos en tierras deforestadas o degradadas.
Para poder verificar estas cuestiones, las empresas deberán evaluar los riesgos de las importaciones a través de distintas herramientas. Entre ellas destacan las auditorías sobre el terreno, la capacitación de proveedores o pruebas para comprobar el origen de los productos.
Fallas del texto
Sin embargo, el resultado final de las negociaciones parlamentarias no convence a todos los sectores. Los más ecologistas lamentan el rechazo a varias enmiendas propuestas por la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria (ENVI). Por ejemplo, el texto solo recoge la protección a los bosques. Así pues, quedan excluidas las praderas, turbarás y humedales. Por otro lado, tampoco contempla un mecanismo de responsabilidad civil ni la posibilidad de reparación e indemnización.
Entonces, las empresas no quedarían sujetas al derecho penal o civil. Al no crearse un mecanismo adicional, quedan relegadas a los procesos administrativos. Sin embargo, la negociación sobre la deforestación importada no ha terminado aún.
¿Cuándo entra en vigor el Reglamento sobre deforestación importada?
El funcionamiento de la Unión Europea es tremendamente largo y pesado. La interminable burocracia implica que se espere incluso años hasta que los distintos Estados miembros se ponen de acuerdo. En este caso, comenzarán en octubre, lo más posible, las negociaciones entre la Comisión, el Consejo de la Unión Europea y el Parlamento. La segunda institución la conforman los ministros de los gobiernos de cada país y deben dar el visto bueno a la propuesta.
No obstante, el Consejo suele mostrar opiniones más conservadoras, lo que deja en el aire los avances votados en el Parlamento. A pesar de todo, la lucha por acabar con la deforestación continúa. Los países del norte pagan porque empresas sin escrúpulos arrasen con los ecosistemas en otros continentes. Es más, la FAO estima que casi el 90% de la deforestación tiene que ver con la agroindustria.
Además, la UE es el segundo importador mundial de deforestación tropical y emisiones asociadas. También es responsable del 16 % de la deforestación asociada al comercio internacional, por un total de 203.000 hectáreas y 116 millones de toneladas de CO₂. España es el tercer país con mayor impacto dentro de la UE. Por ello, se trata de un problema que nos concierne especialmente. La lucha por los ecosistemas continúa.
