La Denominación de Origen Catalunya cierra la vendimia 2017 con una reducción de la producción de 9 millones de kilos. Representan un 17% menos que la del pasado año. Pues la vendimia del 2016 se cerró con 53.426.923 kg. Este año se cierra con 44.474.325 kg.
Los motivos de este descenso fueron meteorológicos. Por el episodio de heladas vivido ya bien entrada la primavera, especialmente en los extremos norte y sur y en las zonas más interiores de Catalunya. También por alguna granizada local, junto con la sequía.
Aún así, cualitativamente hablando, la maduración ha sido buena. Tienen unos grados alcohólicos medio-altos y bien equilibrados con la acidez. La incidencia de plagas y enfermedades ha sido prácticamente inexistente a causa de la baja frecuencia.
Así como la poca cantidad de las precipitaciones. En definitiva, la añada 2017 en DO Catalunya se caracteriza por una materia prima excelente que ha de permitir la obtención de unos vinos de gran calidad.
Se reduce la producción, pero la calidad será buena en DO Catalunya
Para analizar los motivos del descenso de la producción es necesario remontarse al año pasado. Una intensa sequía comprometió la inducción floral de lo que debían ser los racimos de este año, reduciéndolos en número. Después, el mes de marzo fue suficientemente lluvioso. Esto permitió una buena brotación y un buen desarrollo vegetativo de las cepas.
Por otra parte, la planta ha tenido que destinar esfuerzos a su propia recuperación antes de dedicarse a producir y engordar los frutos. Razón por la cual la carga de uvas ha sido inferior a la del año pasado. Fue más generosa antes a pesar de que después la uva fue pequeña.
Otra de las características de esta vendimia ha sido el avance respecto a años anteriores. Las elevadas temperaturas del verano, especialmente la ola de calor del mes de junio, provocaron un avance de la cosecha. De entre 10 y 15 días respecto al 2016.
Por lo que respecta a las variedades en DO Catalunya, la reducción de la cosecha ha sido especialmente importante en las variedades de uva tinta. En global caen un 25,5%, destacando particularmente las variedades mayoritarias de cabernet sauvignon, melot y tempranillo (entorno a un -30%).
También la garnacha tinta (-13,4%) y syrah (-23,7%). El descenso en blancas ha sido más moderado (-6,12%). Ha estado acusado por la variedad macabeo (-26,28%). Finalmente, se ha compensado parcialmente por el incremento de la parellada (+16,9%), el xarel·lo (+23%) y el moscatel de Alejandría (+5,2%).
